Search This Blog

Tuesday, October 13, 2020

Dark Red, de Tim Seeley y Corin Howell

Hay algo acerca de la ficción de vampiros que hace que resulte fácil volver a ellos una y otra vez, ya sea para buscar el modo de trastocar, modificar o expandir su mitología, o simplemente para revisitar lo que ya conocemos, y un recurso bastante común es hacerlo a través de historias que tocan temas universales o de actualidad.

En el caso de Dark Red, cómic publicado por Aftershock Comics y creación de Tim Seeley (Hack/Slash, Revival, Grayson) y Corin Howell (The Girl in the Bay, Bat-Mite, Ghostbusters) como suele pasar con muchas de las mejores historias de horror, las alegorías al mundo real sirven para dar una profundidad adicional a la obra.

Charles “Chip” Ipswich es uno de los olvidados, hombres y mujeres que viven un día a la vez sin esperanzas de un mejor mañana, los desposeídos que habitan en áreas rurales cercanas a las grandes urbes y que muchas veces dependen de que alguna corporación que invirtió en la zona no se lleve sus plantas a otra parte, donde operarlas sea más barato al explotar a sus trabajadores. Chip vive en Fall's End y trabaja el turno nocturno en la tienda de conveniencia/gasolinera local, pero lo que lo distingue de sus vecinos es que es un vampiro.

Como tal, ha vivido lo suficiente para ver cómo cambiaron las cosas en su país. Ya no es la tierra de las oportunidades, y hace mucho que dejó de ser un lugar en el que trabajar duro se traducía en llevar una buena vida porque todo esfuerzo encontraba una recompensa. Así que, lejos de lo que se podría esperar de él, Charlie no es un depredador, pues no quiere ser uno más de los parásitos que se alimentan de sus compatriotas. Se contenta con vivir noche a noche y con la esperanza de que si no busca problemas, estos no vendrán a buscarlo.

Desde hace un tiempo Chip lleva una peculiar relación con Evie, una atractiva joven que sufre de una enfermedad llamada policitemia. Su organismo produce demasiados glóbulos rojos y, a fin de evitar la formación de coágulos y varias otras complicaciones circulatorias, requiere someterse a un tratamiento que equivale a hacerse sangrados frecuentes, el cual no está cubierto por ningún plan de seguro que sea accesible para la gente del pueblo, así que la aparición de Chip en su vida significa que no tiene por qué sumarse a la larga lista de gente que muere por no poder costear su atención médica, mientras que él tiene la posibilidad de subsistir sin necesidad de cazar.

Pero sus vidas cambian cuando aparecen otros vampiros en el pueblo, lo que es una invasión del territorio de Chip y una transgresión al código bajo el que se rigen las criaturas nocturnas. Sus líderes son una pareja que desea hacer una alianza con Chip para presentar un frente unido contra la élite de su especie, establecida en la cercana ciudad de Chicago, y con un demagógico discurso acerca de recuperar lo que es suyo, de dejar de subyugarse a los demás, casi logran convencerlo de que se les una. Casi.

El problema es que no sólo son supremacistas blancos, sino que son, literalmente, nazis. Y Chip, como quienquiera que haya peleado en la segunda guerra mundial, odia a los nazis, por lo que hará todo lo posible por repeler a los invasores y proteger a su pueblo. Es momento de que se convierta en el héroe que siempre quiso ser, aún si nadie se llega a enterar de sus aaciones.

Ésa es la historia contada en el primer arco de Dark Red, formado por los cinco primeros números, en los cuales donde Seeley crea un vivo retrato de la vida en esos pueblos y proyecta la frustración de muchos de sus habitantes, la cual es una de las razones por las que se convierten en un grupo fácil de manipular con falsas promesas, lo que genera un recelo hacia inmigrantes y minorías que fácilmente se convierte en odio.

Toda esa construcción de mundo se convierte en el trasfondo para la entretenida historia del enfrentamiento entre facciones de vampiros y le da una inesperada profundidad con temas humanos de interés social.

El dibujo de Corin Howell es muy atractivo a la vista. Tiene un trazo muy limpio y hace un gran trabajo con las expresiones faciales de sus personajes, lo que le va muy bien a la historia. El color es obra de Mark Englert, quien usa una vibrante paleta de colores brillantes que complementa muy bien el dibujo y hace de esta serie una atractiva experiencia visual. El equipo creativo lo complementan los rotulistas Marshal Dillon y Carlos Mangual, cada uno de ellos responsable de uno de los arcos de cinco números de la serie.

Publicada por Aftershock desde marzo de 2019, han aparecido diez números de lo que se supone es una serie abierta, aunque no se han hecho anuncios sobre su futuro tras la conclusión de su segundo arco argumental hace un par de meses. Los primeros cinco números de la serie fueron recogidos hace meses en un tomo recopilatorio, y el segundo volumen aparecerá en tiendas y librerías en las próximas semanas. Además, hace unos meses se anunció que a mediados del próximo año se publicará Dark Red: Year One, un tomo de pasta dura con los diez números publicados hasta el momento.

Si les gustan los vampiros o son fans de las historias de horror que utilizan alegorías para reflejar diversas situaciones del mundo real, Dark Red es una historia que no se pueden perder.

Incluso si ése no es el caso, pero les gustan las historias bien contadas, o desean leer algo que se aleje un poco del tono más convencional de los cómics de superhéroes sin volverse demasiado transgresor o experimental, ésta también puede ser una opción interesante, producto de la colaboración entre uno de los escritores más sólidos del momento y una talentosa artista que con cada proyecto parece mejorar su trabajo. Lectura bastante recomendada.

Texto originalmente publicado en Comikaze

No comments:

Post a Comment