Search This Blog

Friday, June 27, 2008

Lone Wolf and Cub, de Koike y Kojima

En el tiempo que llevo escribiendo sobre cómics, nunca he comentado un manga, pero nunca es tarde para empezar, y que mejor que hacerlo con una de las obras venidas de Oriente que mayor impacto han tenido en la cultura occidental: Lone Wolf and Cub, de Kazuo Koike y Goseki Kojima.

Este manga cuenta la historia de Ogami Ittō, un samurai que servía como verdugo oficial para el Shogun hasta que cayó en desgracia a causa de intrigas preparadas por Yagyu Retsudō, quien quería la posición de Ogami para un miembro del clan Yagyu. Su familia y criados fueron brutalmente asesinados y sólo sobrevivió su hijo recién nacido, Daigorō.

Deshonrado y convertido en un ronin (samurai sin amo), Ittō se ve obligado a iniciar un viaje de redención y venganza que se conoce como meifumadō, que significa, literalmente, Camino al Infierno, y es también conocido como El Camino del Asesino.

Tras someter a su hijo a un antiguo ritual para decidir su destino, lo lleva consigo, y a partir de entonces se les conoce como el lobo solitario y su cachorro, que es de donde viene el título en inglés de la obra. Ogami y su hijo recorren aldeas y villas, donde Ittō alquila sus servicios como mercenario o guardaespaldas como un modo de subsistir mientras llega el momento de enfrentar a Yagyu Retsudō y saldar cuentas. Durante su viaje corren toda clase de aventuras y enfrentan a todos los hijos de Yagyu Retsudō.

Cuando éste y Ogami se enfrentan por primera vez, Kojima presenta su duelo en una secuencia de casi 180 paneles, siendo una de las secuencias de acción más largas jamás publicadas en la historia del arte secuencial. El arte de Kojima es claro y efectivo, con una narrativa que permite seguir largas secuencias sin diálogos de una manera coherente y simple sin por ello descuidar los detalles en la ropa, arquitectura y paisajes presentes a lo largo de la historia.

A lo largo de las más de 8,000 páginas que componen la serie, Koike y Gojima crean una visión del Japón feudal que luce realista y llena de detalles, que en buena medida ayudó a romantizar las historias de samurai y generó de inmediato numerosos imitadores.

El impacto de la obra de Koike y Kojima se sintió desde que el título apareció en las páginas de la revista Weekly Manga Action. Elogiado por su atención al detalle tanto artístico como argumental, y criticado por lo violento de sus escenas de combate, Lone Wolf and Cub se convirtió en un clásico instantáneo que dio origen en poco tiempo a seis películas, una serie de televisión y cuatro obras de teatro.

La edición realizada por First Comics a finales de los 1980 alteró el arte original para permitir su lectura al estilo occidental, es decir de izquierda a derecha, y presentándolo en el tamaño de página que conocemos como americano, en tanto que la edición de Dark Horse reproduce la serie completa del mismo modo que apareció una vez completa en Japón, en 28 tomos, y respetando el formato original que se lee de derecha a izquierda.

La historia de Lone Wolf and Cub ha tenido gran impacto en la cultura popular tanto de Japón como de Occidente, generando toda clase de homenajes e imitaciones en cine, televisión y cómics. Road to Perdition, novela gráfica de Max Allan Collins, es un obvio homenaje a la historia de Ittō y Daigorō Ogami, y también se puede notar su influencia en obras como Ronin, de Frank Miller, películas como Kill Bill, de Quentin Tarantino, o series de TV como Samurai Jack.

Si nunca han leído manga y les gustaría empezar con algo que no involucre colegialas de grandes ojos o historias de fantasía y magia, Lone Wolf and Cub representa un excelente punto de entrada al mundo del arte secuencial japonés.


LONE WOLF AND CUB
Título Original:子連れ狼 (Kozure Ōkami)
Historia: Kazuo Koike
Arte: Goseki Kojima
Editorial (en Japón): Futabasha
Editorial (en Estados Unidos): First Comics - Dark Horse Comics
Fecha de publicación: Futabasha, 1970-1976; First Comics, 1987-1991; Dark Horse Comics, 2000-2002
Formato original: 28 volúmenes de 300+ páginas, blanco y negro.
Formato First Comics: 45 números en formato estándar de 64 a 128 páginas c/u, blanco y negro (inconcluso).
Formato Dark Horse Comics: 28 volúmenes tamaño bolsillo de 300+ páginas, blanco y negro.

Como siempre, les recuerdo que pueden hacerme llegar sus quejas, sugerencias y comentarios usando el enlace al pie de estas líneas.


Friday, June 20, 2008

Preacher, de Garth Ennis y Steve Dillon

Al empezar las recomendaciones de aniversario de Comicverso, comenté que era más probable que un autor permaneciera a cargo de un título a mediano o largo plazo si conservaba los derechos sobre su trabajo, tal como ocurre con muchas de las series publicadas bajo el sello Vertigo, de DC Comics, y justo ahí pertenece Preacher.

Garth Ennis era identificado durante la década pasada como el "niño terrible" de turno de la industria. Muchos de sus cómics son fáciles de identificar porque su gusto por incluir material considerado por muchos como grotesco provoca la presencia de elementos gráficos que pueden resultar impactantes y ofensivos para mucha gente.

Sexo, violencia, blasfemia y herejías eran elementos comunes (e incluso esperados) en sus historias, de entre las cuales destaca Preacher, no sólo por tratarse de la obra que le dio fama y reconocimiento en el medio, sino que también es su trabajo más ambicioso y complejo hasta la fecha.

Preacher cuenta la historia de Jesse Custer, un predicador de un pequeño poblado texano llamado Annville que tiene problemas bastante serios, pues no sólo ha perdido la fe, sino que acostumbra beber fuertemente y si eso no fuese lo bastante complicado, ha sido poseído por una entidad que es producto de la unión de un ángel y un demonio. Al menos le queda el consuelo de que su iglesia fue destruida y toda su congregación murió cuando el ente lo adoptó como huésped.

Al nacer Genesis, como se hace llamar, Dios abandonó el cielo y todas sus responsabilidades, y Jesse se entera gracias a que hay una especie de conexión simbiótica entre Genesis y Dios. Preocupado ante tal acto de irresponsabilidad y guiado por un fuerte sentido del bien y el mal, Jesse emprende un viaje por los Estados Unidos en una búsqueda, literal, de Dios. La presencia de Genesis le da a Jesse un poder conocido como "La Palabra de Dios", que hace que las órdenes de Jesse se vuelvan imposibles de resistir para quienquiera que lo escuche, el mismo Dios incluido.

En su viaje Jesse es acompañado por Tulip O'Hare, su ex-novia, y por Cassidy, un vampiro irlandés cuya sed de sangre sólo es superada por su afición al whisky. Otros personajes recurrentes y de interés son el Saint of Killers (Santo de los Asesinos), un pistolero infalible enviado desde el cielo para llevar de regreso a Genesis; Herr Starr, líder de la secta The Grail, la cual tiene a su cargo proteger a la descendencia de Cristo; y Arseface, un adolescente cuyo intento de suicidio emulando a Kurt Cobain salió diferente a como lo tenía planeado.


El arte de toda la serie regular corre a cargo de Steve Dillon, ilustrador británico cuyo estilo realista y limpio a la vez es el complemento ideal para las extrañas y oscuras historias de Ennis, mezclando a la perfección los paisajes y poblados mundanos que recorre Jesse con el ambiente y sucesos sobrenaturales que lo rodean. Las ediciones especiales y la miniserie que complementan la historia tienen colaboraciones de otros artistas.

El mismo Dillon ilustra un par de ellos en tanto que el resto corren a cargo de Steve Pugh, Carlos Ezquerra, Peter Snejberg y Richard Case. Aún cuando todos y cada uno de estos artistas tiene un estilo diferente, todos ellos mantienen un tono similar en su forma de manejar las historias, que empacadas tras las detalladas portadas de Glenn Fabry convierten a Preacher en una de las series con mejor aspecto que hayan pasado por un stand de comics en cualquier parte del mundo.

Obvia mencionar que debido a los temas religiosos y sociopolíticos, y a la irreverente manera de tratarlos, Preacher no es un comic para todos los públicos. Sin embargo, si les gustan los westerns y las historias de tintes sobrenaturales, y si no se ofenden con facilidad, claro, Preacher es uno de los comics más recomendables que pueden hallar en el mainstream occidental.


PREACHER
Historia: Garth Ennis
Arte: Steve Dillon (serie regular), varios (especiales y miniserie)
Portadas: Glenn Fabry

Editorial: DC Comics/Vertigo
Fecha de publicación: 1995-2000

Formato original: 66 números en formato estándar de 32 páginas a color, además de una miniserie de cuatro números y 5 especiales en formato Prestige.
Colecciones: 9 tomos recopilando los 75 ejemplares.

Les recuerdo que me pueden hacer llegar sus dudas, quejas, sugerencias y comentarios utilizando el enlace al pie de estas líneas.


Thursday, June 12, 2008

Hourman, de Tom Peyer y Rags Morales

Las últimas recomendaciones han estado dedicadas a series finitas completadas por un mismo autor, y la que nos ocupa en esta ocasión es otra serie de superhéroes del Universo DC: Hourman.

Supongo que habrá quienes decidan reclamar o quejarse de que decidí incluir esta serie, porque en realidad no se trata de una historia independiente y completa de principio a fin, ya que deriva de otra serie y forma parte integral de la mitología de uno de los héroes tradicionales más antiguos de DC Comics, miembro fundador de la Justice Society of America original. Pero aún así me parece que vale la pena comentarla.

El Hourman original, Rex Tyler, era un científico que utilizaba Miraclo, una droga de su creación compuesta por hormonas y vitaminas, que le daba fuerza, velocidad y resistencia sobrehumanas durante una hora, la cual utilizaba para combatir el crimen y ayudar a los necesitados.

Eventualmente desarrolló una adicción a su creación y decidió abandonar su carrera de vigilante, siendo años después emulado y sustituido por su hijo Rick, quien como parte de Infinity Inc. se convirtió en el segundo Hourman hasta que eventualmente sucumbió a la dependencia a la fórmula de su padre y se retiró. Si bien estos antecedentes resultan útiles, no son necesarios para entender la serie regular que aquí recomendamos.

Al igual que Resurrection Man, Hourman tiene una estrecha relación con algunos eventos del Universo DC, pues surgió como derivado de la saga DC 1,000,000. En esa aventura en el siglo 583 presentaron a un nuevo Hourman, un humano sintético basado en el ADN de Rex Tyler. Tras un par de aventuras con la Justice League, el androide se queda en el presente, y ahí parte la serie de Tom Peyer y Rags Morales. Para entender mejor el mundo que será su nuevo hogar, Hourman busca la ayuda de un humano que le ayude en su busca personal, y decide que la persona ideal para ello es Snapper Carr, un humano sin poderes que años atrás sirvió como mascota/miembro honorario de la Liga.

Una vez explicados los antecedentes, les cuento por qué considero que esta serie merece ser recomendada. Tom Peyer es parte de una generación de escritores que crecieron leyendo cómics de superhéroes y se caracterizan porque su trabajo combina un respeto y reverencia por los personajes clásicos con una intención de desarrollar las posibilidades narrativas y temáticas tanto del género como del medio en general, y mezcla la acción y aventuras distintivas del género con temas más profundos y complejos. En el caso de Hourman, Peyer se lanza sobre uno de los temas más interesantes de la ciencia ficción: ¿Qué es ser humano?

El androide titular tiene problemas de personalidad desde su primera aparición. Es inseguro y tiene la idea de que es un mal héroe a quien ni la tecnología del siglo 853 pudo darle valor, y considera que no merece el nombre del héroe en quien está inspirado. Al "mudarse" al presente, sus errores le siguen causando miseria y desencanto. Snapper intenta reconfortarlo y le dice que la principal razón por la que no puede integrarse a la sociedad y llevar una vida normal, es que es demasiado poderoso y su capacidad de alterar el tiempo y viajar por él le impide aprender de sus errores. Reaccionando por impulso, Hourman se deshace de la mayoría de sus poderes y desmantela el worlowog, el artefacto que contiene la gran mayoría de ellos.

A lo largo de la serie, Hourman, a quien Snapper llama simplemente Tyler, se dedica a tratar de averiguar lo que significa ser humano y se pregunta si el hecho de ser un androide significa que es malvado, pues todos los androides que ha conocido, incluido Amazo, el primero de ellos, lo son.

Gracias a sus poderes, Tyler puede pasar una hora con Tomorrow Woman, un androide creado por los profesores Ivo y T.O. Morrow, quien fue capaz de superar su programación original para convertirse en una heroína. Ese encuentro lo marca para siempre, y decide seguir viviendo entre los humanos para aprender lo más que pueda de ellos.

Lo que Peyer consigue con Hourman es crear una de las series más entretenidas e inteligentes que se hayan publicado dentro del mainstream de superhéroes en los últimos años, en la que combina humor, aventuras y profundas reflexiones sobre la naturaleza humana. Rags Morales tiene una extensa carrera en la industria, pero hasta hace muy poco tiempo su trabajo era mayormente ignorado tanto por editores como por los fans.

Por desgracia la serie no tuvo el éxito suficiente y fue cancelada tras sólo dos años. Es curioso, pero los fans que podían haberla disfrutado ni siquiera le dieron un vistazo. Al menos ésa es la impresión que tengo, pues la he comentado con varios fans de la JSA y Hourman, que no estaban de acuerdo en que su héroe fuera sustituido por un androide... Si tienen oportunidad de leerla, háganlo, no se van a arrepentir. Es probable que puedan hallarla con cierta facilidad en las cajas de ofertas de cualquier tienda de cómics o a un precio menor al de la portada en casi cualquier tienda en línea.


HOURMAN
Historia: Tom Peyer
Arte: Rags Morales

Formato original: 25 números en formato estándar de 32 páginas a color
Colecciones: Ninguna


Fecha de publicación: 1999-2001

Como siempre, les recuerdo que pueden hacerme llegar sus dudas, quejas, sugerencias y comentarios en general utilizando el enlace al pie de estas líneas.





Tuesday, June 10, 2008

Y: The Last Man, de Brian K. Vaughan y Pía Guerra

Vertigo ha sido hogar de algunas de las mejores series de la historia del cómic, en buena medida por la libertad creativa que ofrece y que ha atraído a muchos de los mejores autores del medio. La diversidad en sus títulos y la posibilidad de tratar temas de forma madura y sin censura ha sido factor importante para desarrollar historias dirigidas a un público que busca más que escapismo y fantasías adolescentes (que no tienen nada de malo), y ha ayudado a que los cómics lleguen a otro público.

Un buen ejemplo del alcance de estas series es la multipremiada y recientemente concluida Y, the Last Man.

El 17 de julio del 2002 el mundo cambió para siempre. Un evento de origen desconocido, del cual se especula fue una plaga, exterminó a todos los mamíferos varones sobre la faz de la Tierra. A todos excepto a Yorick Brown, un joven escapista aficionado, y a su mascota, Ampersand, un mono capuchino. Yorick es el último hombre a quien hace referencia el título de la serie, en tanto que la Y se debe tanto a su nombre como al cromosoma Y, que determina el sexo masculino de un ser vivo.

Brian K. Vaughn se ha convertido en uno de los autores más respetados del medio gracias a su trabajo en series como Runaways para Marvel Comics o Ex-Machina para Wildstorm, pero fue con Y: The Last Man que su nombre fue identificado por el público masivo. Desde entonces ha ido ganando fans y ha expandido sus horizontes para trabajar como guionista de cine y televisión (en Lost). La serie fue mayormente ilustrada por Pía Guerra con tintas de José Marzán Jr, y se le reconoce como co-creadora de la misma. Su trabajo es limpio y agradable a la vista, realista sin obsesionarse con el detalle y cuenta con una narrativa clara y eficiente.

El tono a lo largo de la serie es mayormente serio, pues la historia lidia con un evento cataclísmico que podría representar la extinción de la humanidad, pero el relato está lleno de momentos de humor: bromas que van de lo sexista, político y religioso hasta grandes explosiones de sarcasmo e ironía, sobre todo de parte del propio Yorick.

Quizás el mayor logro de Vaughn es que, como parte de la construcción del mundo, logra un interesante retrato que muestra el caos que consume a la sociedad al desaparecer los hombres, pero también la forma en que poco a poco las mujeres consiguen reorganizar la civilización.

Grupos ultrafeministas, asociaciones religiosas, dos astro... un astronauta y un cosmonauta atrapados en la estación espacial, además de toda clase de agencias militares y gubernamentales de varias naciones forman parte del interesante mundo que Vaughn y Guerra nos llevan a explorar a lo largo de los sesenta números de esta serie.

Si les gustan la ciencia ficción o las historias humanas con personajes complejos y creíbles, o si buscan una lectura inteligente que los entretenga por varios días, Y: The Last Man es una excelente opción. Actualmente se encuentra en preproducción y con vistas a empezar la filmación en las próximas semanas la adaptación cinematográfica de esta serie, la cual sería dirigida por DJ Caruso, responsable del éxito del año pasado Disturbia, destacando que el propio Vaughan se ha involucrado en el desarrollo del guion.

Y: THE LAST MAN
Historia: Brian K. Vaughan
Arte: Pía Guerra, Goran Sudzuka, Paul Chadwick

Editorial: DC Comics/Vertigo
Formato original: 60 números en formato estándar de 32 páginas a color
Colecciones: 10 Tomos recopilando la integridad de la serie, además de una anunciada edición de lujo en pasta dura.

Fecha de publicación: 2002-2008

Como siempre, les recuerdo que me pueden hacer llegar sus dudas, quejas, sugerencias y comentarios en general usando el enlace al pie de estas líneas.


Thursday, June 5, 2008

Resurrection Man, de Abnett, Lanning y Guice

Encontrar series regulares que hayan sido completadas por un solo equipo creativo a lo largo de su duración en una editorial grande es poco común, aunque no tan extraño como pudieran creer. En esos casos suelen no pasar de dos o tres años, excepto en casos en que la propiedad intelectual es de los autores. Incluso hay ocasiones en que forman parte del universo principal de estas editoriales, como en el caso de nuestra presente recomendación: Resurrection Man.

Mitch Shelley era un abogado en su natal Carolina del Sur hasta que se convirtió, contra su voluntad, en sujeto de pruebas para la organización clandestina conocida como The Lab (El Laboratorio). Inyectaron en su cuerpo unos artefactos nanotecnológicos conocidos como tektites, y aparentemente uno de los efectos secundarios de los experimentos realizados en Mitch fue la pérdida de la memoria, pues cuando lo conocemos se encuentra convertido en un vagabundo sin hogar y sin idea de su verdadera identidad. Pero el cambio más notorio en Mitch a causa de los tektites es bastante más radical que un severo caso de amnesia: ahora es inmortal.

Inmortal no en el sentido de que no pueda morir... de hecho, no recuerdo haber visto a un personaje morir tanto y tan a menudo, a excepción de Kenny en South Park, pero eso es tema aparte. Mitch Shelley muere como cualquier otra persona, con la importante diferencia de que revive en poco tiempo. Más interesante aún, cada resurrección suya viene acompañada de un extra, pues cada vez que regresa a la vida Mitch descubre que tiene un superpoder, distinto cada vez y relacionado a la forma en que murió la última vez.

La serie trata, literalmente, de la búsqueda de identidad de Mitch. No sólo tiene que recuperar sus recuerdos y reconstruir su pasado, sino que debe tratar de entender hasta donde se extiende ese pasado y cuales son las implicaciones de cada nuevo descubrimiento que hace.

Dan Abnett y Andy Lanning forman un infravalorado equipo de escritores, pues aunque no les falta trabajo, suele ser en proyectos de bajo perfil y poco publicitados. Sus historias juegan en los extremos del mainstream, y cada vez que toman una serie de superhéroes intentan hacer cosas poco convencionales con ellos. Su complemento ideal a menudo lo encuentran en artistas de estilo oscuro, y en el caso de Resurrection Man la elección no pudo ser más apropiada, pues Jackson Guice se hizo de nombre como artista del héroe más grande de todos: Superman (antes, durante y después de su muerte) y desde entonces ha explorado los aspectos más oscuros de su estilo.

Resurrection Man es una curiosa y entretenida mezcla de superhéroes, intriga, misterio y ciencia ficción con un toque de road cómic (¿existe eso?) y puede resultar de interés para cualquier clase de lectores. Si están familiarizados con el Universo DC puedo mencionar que las apariciones de Vandal Savage, Phantom Stranger o los Forgotten Heroes muestran algunas partes del rompecabezas que es la vida de Mitch Shelley, y si no, no hay problema, pues la historia está construida de modo tal que se entiende a la perfección sin tener conocimiento previo del funcionamiento del Universo DC.

Por desgracia su status de quasi culto no ha sido suficiente para justificar que se publique en algún formato recopilatorio, aunque los números individuales no deben ser difíciles de cazar en tiendas de comics tanto físicas como en línea y a un precio más que accesible. Créanme, vale la pena la expedición de cacería.


RESURRECTION MAN
Historia: Dan Abnett y Andy Lanning
Arte: Jackson "Butch" Guice

Editorial: DC Comics
Formato original: 27 números en formato estándar de 32 páginas a color

Colecciones: Ninguna

Fecha de publicación: 1997-1999

Recuerden que pueden hacerme llegar sus dudas, quejas, sugerencias y comentarios en general usando el enlace al pie de estas líneas.