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Monday, October 10, 2016

We3, de Grant Morrison y Frank Quitely

Grant Morrison es uno de los escritores más polémicos que jamás hayan trabajado en cómics, pues a pesar de contar con un volumen y calidad de obra que lo ubican como una verdadera leyenda del medio, alguien que ha revolucionado la forma de contar historias más de una vez, suele confundir a propios y extraños con algunas de sus ideas más inusuales.

Uno de sus colaboradores más frecuentes a lo largo de las últimas dos décadas es el artista británico Frank Quitely, que también cuenta con una prolífica y galardonada carrera, y si por separado ambos pueden presumir carreras llenas de grandes logros y excelentes cómics, al trabajar juntos se convierten en uno de esos contados equipos creativos que representan una garantía de calidad.

Monday, May 16, 2016

The Wizard's Tale, de Kurt Busiek y David T. Wenzel

Kurt Busiek es uno de los escritores más reconocidos y respetados en el medio comiquero. Además de su trabajo de alto perfil que todo mundo conoce (Marvels, The Avengers, Superman, Astro City), Busiek también ha escrito historias casi desconocidas pero igualmente buenas, como Shockrockets, Regulators, Arrowsmith, o The Wizard's Tale. Y ésta última es nuestra recomendación de turno.

La fantasía es uno de los géneros más populares en la ficción, y esto incluye a los cómics, medio en que obras como Elfquest, de Richard y Wendy Pini; A Distant Soil, de Colleen Doran; Bone, de Jeff Smith; The Sandman y The Books of Magic, de Neil Gaiman; o Fables, de Bill Willingham, han sido muy populares en su momento, y en la actualidad hay títulos tan buenos como Rat Queens, Nimona, o The Wicked + The Divine.

Monday, April 18, 2016

Whiteout, de Greg Rucka y Steve Lieber.

sobre una versión previa publicada en Comicverso

El nombre de Greg Rucka debe ser familiar para casi cualquier lector de cómics que siga títulos de Marvel o DC, y para quienes gustan que sus historietas se mantengan libres de capas o spandex, es probable que conozcan su trabajo por títulos como Queen & Country, publicada por Oni Press, o Lazarus, aún en progreso bajo el sello Image, pero me parece que no muchos ubican la serie que marcó su debut en el medio de la narrativa visual: Whiteout.


En 1998 Rucka gozaba de cierto prestigio como novelista gracias al éxito de sus novelas Keeper y Finder, protagonizadas por Atticus Kodiak, un guardaespaldas profesional. Joe Nozemack y Bob Schreck, cabezas de la naciente Oni Press, se encargaron de ultimar los detalles y poner a Rucka en contacto con Steve Lieber, artista entonces conocido por su trabajo en Hawkman, en la serie post-Zero Hour, y de reclutar la ayuda de algunos amigos famosos para las portadas de la serie. Éste fue el resultado de esa colaboración.

Whiteout es una palabra usada en inglés para referirse a las condiciones de poca o nula visibilidad que existen durante una tormenta de nieve y que no implican oscuridad, cuando todo se e blanco, y en cierto sentido es un término que se usa en oposición a blackout, que se utiliza para denominar la oscuridad absoluta que se da durante un apagón, cuando todo se ve negro.

Carrie Stetko es una alguacil de los Estados Unidos (US Marshall) caída en desgracia por alguna razón que no nos explican, pero lo bastante grave como para asignarla a servir con el staff de la estación polar norteamericana McMurdo, en la Antártida. Ahora Carrie está por convertirse en el primer oficial en investigar un homicidio en ese helado continente.


El caso tiene sus pros y sus contras. A favor que, aparte del personal de la estación, hay un reducido número de posibles sospechosos. En contra, que una tormenta ha creado las condiciones de nula visibilidad ya mencionada, que además provoca interferencia en las comunicaciones, por lo que Carrie está imposibilitada de solicitar apoyo.

Entra en escena Lilly Sharpe, una oficial asignada a la estación polar británica, ubicada a algunos kilómetros de McMurdo, que se convierte en el único soporte para Carrie en la búsqueda del asesino. El problema es que todo indica que Sharpe es en realidad una espía del Servicio Secreto británico, y Carrie no sabe si puede confiar en ella.

Lieber, relativamente poco conocido en aquel entonces, se convirtió en una revelación por su talento y capacidad para recrear el inhóspito ambiente de la Antártida. Sus personajes también son muestra de su capacidad y versatilidad, pues consigue dotar a cada uno de una identidad visual propia, incluso con las limitaciones impuestas el que la serie sea en blanco y negro y que todos sus personajes estén completamente envueltos en gruesas capas de ropa.


Rucka tiene una reputación por escribir personajes bien definidos, y el elenco de Whiteout no es la excepción. Con sólo diálogos Rucka crea un grupo de personajes interesantes y complejos, al tiempo que desarrolla la atmósfera de la serie. Carrie y Lilly son un inusual equipo de detectives en una carrera contra el reloj, pues intentan descubrir al asesino antes de que pueda asesinar a todos en McMurdo. La caracterización de ambas mujeres es impecable, convirtiéndolas en dos personajes de carácter fuerte y con personalidad propia sin caer en el uso de clichés para personajes femeninos fuertes.

Durante años se habló de que Reese Weatherspoon había adquirido los derechos para llevar la historia al cine como productora y protagonista, pero la versión se diluyó al correr del tiempo. Joel Silver, productor de cintas como The Matrix o Superman Returns, firmó un acuerdo para producir 15 películas de bajo presupuesto (en Hollywood eso significa en un rango de entre 10 y 40 millones de dólares) en seis años, y la primera fue Whiteout, realizada por Dark Castle Entertainment, compañía de Silver, y con Kate Beckinsale en el papel protagónico.

Tristemente la historia se alejó drásticamente del material de origen, así que la única recomendación que puedo hacer al respecto es que la eviten como la peste, y si ya la vieron, que no permitan que esa mala experiencia les provoque recelo o algún prejuicio en contra de este excelente cómic.


WHITEOUT
Escritor: Greg Rucka
Artista: Steve Lieber

Editorial: Oni Press, Estados Unidos, 1998.

Formato original: 4 números formato estándar de 32 páginas, blanco y negro.
Portadas de la miniserie: Matt Wagner, Mike Mignola, Dave Gibbons, Steve Lieber.

Colecciones: TPB tamaño estándar, 1999. TPB Definitive Edition (15x22.5 cm), 2007.
Portada TPB primera edición: Frank Miller
Portada TPB Definitive Edition: Steve Lieber


Monday, March 7, 2016

The Sandman, de Neil Gaiman y varios artistas

Durante la segunda mitad de los años ochenta, la industria comiquera estadounidense vivió su propia invasión británica cuando un grupo de jóvenes escritores siguió los pasos de Alan Moore para aventurarse a trabajar de este lado del Atlántico. Uno de ellos fue Neil Gaiman.


Después de relevar a Moore en la aclamada Miracleman, Gaiman halló trabajo en DC Comics escribiendo la miniserie Black Orchid, donde colaboró con su amigo y compatriota Dave McKean y en la que presentaban una versión actualizada de un viejo personaje olvidado de la compañía. Originalmente habría ahí una aparición de Sandman, un héroe creado por Jack Kirby a inicios de los sesenta. Al final el personaje no apareció, pero Gaiman empezó a idear formas de usarlo en otra historia.

Meses después de la publicación de Black Orchid, su editora, Karen Berger, pidió a Gaiman preparar una nueva serie de The Sandman, con la única condición de que fuese un personaje totalmente nuevo. Gaiman empezó a trabajar y él mismo dibujó algunos bocetos de personajes antes de solicitar la ayuda de McKean. Tras presentar a Berger los bocetos y el tratamiento de lo que serían los primeros ocho números de la serie, ella sugirió a Sam Kieth como dibujante del proyecto.


El primer número apareció en noviembre de 1988, con fecha de portada de enero del '89. La serie era fácil de identificar en los stands gracias al distintivo diseño de portadas de Dave McKean. Luego de sólo tres números, Kieth renunció, argumentando que no era lo bastante bueno como para cargar con la responsabilidad de ilustrar un título tan bueno y revolucionario como The Sandman (ridículo, pues es uno de los ilustradores más talentosos e innovadores que el medio ha visto en mucho tiempo).

Lo reemplazó Mike Dringerberg, quien fuera su entintador en esos primeros números. Desde entonces varios dibujantes fueron los responsables de ilustrar el título, algunos por varios números y otros por uno solo y a veces incluso en apenas unas páginas, pues muchas veces eran elegidos por el propio Gaiman para ilustrar alguna historia o secuencia en particular.


A lo largo de la historia conocemos a una familia de inmortales, los Endless, que puede traducirse como Interminables o Infinitos, personificaciones de siete aspectos de la vida del ser humano: Destino, Muerte, Sueño, Deseo, Destrucción, Delirio y Desesperación. El Sandman a que se refiere el título de la serie es Morfeo, el Señor de los Sueños.

En 1917 Roderick Burguess, mago y ocultista británico, realizó un ritual con el que pretendía invocar y capturar a la Muerte, pero falló y en su lugar atrapó a Morfeo. Burguess lo mantuvo prisionero en una esfera de cristal protegida por símbolos mágicos mientras intentaba negociar en busca de algún beneficio, pero no obtuvo siquiera una palabra de él. A la muerte de Burguess, su hijo Alex heredó sus propiedades, incluida la prisión de Morfeo.


Cuando por fin un guardia se quedó dormido en su presencia, pudo liberarse tras 70 años en cautiverio. Lo que siguió fue la búsqueda de los objetos que le quitaron al atraparlo, y al recuperarlos volvió a su reino, The Dreaming, para reconstruirlo y retomar sus obligaciones. El resto de la serie sigue las relaciones de Morfeo con sus hermanos y con otros inmortales, las intrigas entre ellos, y la forma en que se relacionan con la humanidad.

Uno de los aspectos más curiosos de la serie es la facilidad con la que el personaje principal queda en apariencia relegado a segundo plano para permitir que alguien más tome el protagonismo de la historia. Aunque se pueden hallar arcos argumentales completos dentro de la serie, está construida de modo que cada historia forma parte de una historia más grande planeada desde el principio.


la saga de Morfeo y su familia es una épica de intriga lo bastante interesante como para mantener al lector interesado a lo largo de la serie, pero Gaiman no se conformó con eso, sino que entretejió una narrativa en varias capas en las que juega con elementos mitológicos de varias culturas del mundo al tiempo que explora diversos temas sobre la condición humana.

The Sandman fue el primer y único cómic en ganar el Premio Mundial de Fantasía gracias a la historia Sueño de una Noche de Verano, publicada en el número 15 de la serie. Tras recibir el premio como mejor historia corta en 1991, las reglas se modificaron para restringir la participación de cómics en esa categoría. A lo largo de su publicación la serie ganó 16 Premios Eisner, incluidos tres por Mejor Serie Continua, cuatro a Mejor Escritor, y siete al Mejor Rotulista (Todd Klein, que ganó los siete años en que se publicó la serie).


Los diez volúmenes que recogen la serie en su totalidad están permanentemente en prensas y es fácil encontrarlos tanto en tiendas especializadas como en librerías en una amplia variedad de formatos. The Sandman es considerada como uno de los trabajos más importantes para lograr la apertura del medio hacia el mainstream y cimentar la presencia de cómics y novelas gráficas en librerías tradicionales.

Su popularidad ha generado diversos proyectos derivados, tanto en prosa como en cómic, y tal vez comente algunos en futuras entregas de esta columna. El más reciente fue la miniserie The Sandman Overture, que cronológicamente ocurre antes de los sucesos narrados en el primer número de la serie, por lo que se le podría considerar como una precuela, pero cumple además la función de epílogo para la historia.


Durante años se ha hablado del interés por adaptar la serie al cine, pero los guiones que han aparecido en línea de tiempo en tiempo son bastante malos y es comprensible e incluso se agradece que ninguno se haya concretado. El más reciente intento iba a ser producido, dirigido e interpretado por Joseph Gordon Levitt, y el propio Gaiman ya se había involucrado, pero los constantes cambios de políticas en el estudio llevaron al actor a retirarse del proyecto hace unos días, por lo que el futuro de la adaptación es incierto.

Si alguna vez se han preguntado sobre el potencial del cómic como medio para contar historias que van más allá de simples aventuras o del género de superhéroes, The Sandman es uno de los más claros ejemplos de lo que el arte secuencial puede llegar a ser.


THE SANDMAN
Historia: Neil Gaiman
Arte: Sam Kieth, Mike Dringenberg, Malcolm Jones III, Kelley Jones, Jill Thompson, Bryan Talbot, Mike Allred, Shawn McManus, Marc Hempel, Michael Zulli, Charles Vess y otros.
Portadas: Dave McKean

Editorial: DC Comics/Vertigo
Fecha de publicación: 1988-1996
Formato: 75 números en formato estándar de 32 páginas además de varios especiales y miniseries.
Colecciones: 10 tomos en pastas blanda o dura; cuatro volúmenes edición Absolute de pasta dura en gran tamaño y con caja deslizable; dos tomos ómnibus de pasta dura.


sobre una versión previa publicada en Comicverso

Monday, February 29, 2016

Planetary, de Warren Ellis y John Cassaday

sobre una versión previa publicada en Comicverso

Pocos escritores han tenido tanto impacto en el cómic norteamericano como Warren Ellis a fines del siglo pasado. Heredero de una tradición de autores británicos llegados para revitalizar el medio estadounidense, Ellis osciló durante años entre cómics de superhéroes y otros géneros, desde horror y temas maduros hasta ciencia ficción, años antes de probar suerte con creaciones propias.


Con tal diversidad de obra, resulta apropiado que fuese el responsable de crear algo como Planetary, serie que mezcla las distintas facetas de su trabajo en algo nuevo y de gran impacto. Para 1998 Ellis tenía ya un fiel grupo de seguidores, y su reputación le daba cierta libertad para elegir con quién trabajar y dónde publicar. Wildstorm, compañía propiedad de Jim Lee, se caracterizaba por tener los mejores sueldos en la industria, ofrecía libertad creativa a sus colaboradores y contaba con extraordinarios coloristas, por lo que resultó ideal para tan ambicioso proyecto.

El elegido para ilustrar la serie fue John Cassaday, dibujante con apenas un par de años en la industria pero con una creciente reputación gracias a su trabajo en miniseries y proyectos unitarios para Marvel, DC y Dark Horse, y cuyo trabajo más conocido hasta entonces era el western Desperadoes, escrito por Jeff Mariotte y publicado por la misma Wildstorm. Su trabajo fue complementado por el color de Laura DePuy (hoy Laura Martin) y David Baron.

Planetary cuenta la historia de la organización del mismo nombre, cuyos miembros son descritos como “arqueólogos de lo imposible”.

La misión de Planetary es investigar y revelar la historia secreta del siglo XX, para lo que requiere la participación de un peculiar equipo de campo, formado por Jakita Warner, Drummer, y el misterioso personaje reclutado en el primer número, Elijah Snow.

Todos ellos poseen habilidades sobrehumanas que les permiten realizar acciones que otros no podrían siquiera imaginar. La historia se desarrolla dentro del Universo Wildstorm, en el cual existen gran variedad de superhéroes tradicionales, muchos de ellos creados como homenaje o respuesta a personajes de Marvel y DC, lo que lo convierte en escenario ideal para algunas de las historias de Ellis. Sin embargo, el autor no se limita a utilizar los personajes existentes en dicho universo, sino que añade nuevos mitos a ese panteón, enriqueciéndolo de forma notable.

Los misterios investigados por Planetary muestran situaciones familiares para el lector y hacen referencia a temas populares: un cuartel secreto de superhéroes oculto en el interior de una montaña; una isla llena con los restos de monstruos gigantes; una nave interdimensional que naufragó en nuestro planeta; un laboratorio en el desierto que creó toda clase de monstruos y aberraciones; fantasmas, conspiraciones, y curiosidades por el estilo.

Existe una organización opuesta a Planetary, un grupo conocido como “Los 4”, cuya misión es acaparar y encubrir la misma clase de secretos que Planetary busca revelar, y comienza a develarse el misterio tras el reclutamiento de Snow. Poco a poco descubrimos el pasado de este personaje, relacionado de manera directa con el origen de Planetary y la rivalidad con Los 4. Ésta es una clara referencia a los Cuatro Fantásticos, quizás los más famosos y populares exploradores de la historia del cómic, pero Ellis los interpreta de forma radicalmente diferente, lo que es una declaración de principios para Planetary: éste cómic no es como los que acostumbras leer.

En sus páginas el autor construye un mundo que, al tiempo que desarrolla su propia mitología, revela la estructura tras las historias con las que crecimos, convirtiéndose en un ambicioso proyecto revisionista de la ficción popular contemporánea. Lo que separa a Planetary de otros cómics revisionistas es que la mayoría se limitan al género de superhéroes, pero Ellis hace una deconstrucción de la ficción popular del siglo XX en todas sus facetas, desde los pulps hasta el cine y la televisión, pasando por los cómics y la literatura fantástica. El resultado es un fascinante mosaico de temas que han dominado el entretenimiento durante décadas, analizándolos al tiempo que se suma a los mismos.

Planetary es una carta de amor a la narrativa fantástica del siglo XX escrita por una de sus voces más singulares. En sus páginas Ellis comparte algunas de sus influencias narrativas al tiempo que las canaliza para crear una historia nueva y original, demostrando que no es necesario inventar el hilo negro para expandir los alcances de la ficción popular, pues es posible asimilar lo que vino antes y construir sobre ello.


Sería difícil tratar de situar la serie dentro de un género narrativo, pues a pesar de que tiene elementos de misterio y busca resolver preguntas con la lógica como herramienta para revelar la respuesta, Planetary no tiene una estructura tan rígida, y la solución a las preguntas que plantea suele generar nuevas interrogantes, creando misterios dentro de los misterios y acercándose a lo que conocemos como metaficción. Planetary trasciende cualquier intento de clasificación, convirtiéndose en un auténtico enigma narrativo.

Concebida en principio como una serie de 24 números bimestrales, al final contó con 27 números y tres especiales, todo ello publicado en poco más de una década. Problemas de salud y compromisos de los autores alteraron el plan original, e incluso hubo una suspensión absoluta por poco más de dos años. Que la serie pudiese mantener el interés de su audiencia bajo esas condiciones es testamento del impacto que tuvo en sus lectores.

El número 1 salió a la venta en febrero de 1999, aunque meses antes hubo un inserto con una historia de 8 páginas en otras dos series de Wildstorm, mientras que el número 27 apareció en octubre del 2009. La totalidad de la serie ha sido recopilada en diferentes formatos, lo que hace relativamente fácil conseguir una copia.

Planetary es lectura obligada para cualquier aficionado a la ficción contemporánea, y todo mundo debería darse el tiempo para leer esta importante serie. Les garantizo que no se arrepentirán.

PLANETARY
Escritor: Warren Ellis
Artista: John Cassaday
Color: Laura Depuy (Laura Martin), David Baron

Editorial: DC Comics/Wildstorm Entertainment
Fecha de publicación: 1999 - 2007


Tuesday, February 16, 2016

The Ballad of Halo Jones, de Alan Moore e Ian Gibson

Desde hace varias décadas, el británico Alan Moore es uno de los escritores más respetados en el medio del cómic a ambos lados del Atlántico.

Casi cuatro décadas produciendo historias de calidad en el arte secuencial lo elevan al nivel de leyenda viviente, y aunque es más conocido por su trabajo en América con obras seminales como Watchmen, Swamp Thing y un par de memorables historias de Superman, antes de eso se hizo de nombre en el Reino Unido, sobre todo gracias a sus historias de ciencia ficción publicadas en varias revistas de antología.

Tuesday, February 9, 2016

It's a Bird, de Seagle y Kristiansen

En las últimas semanas revivió en redes sociales la discusión acerca de Superman y por qué no debiera alterarse de forma drástica el personaje. Varios autores se unieron a la discusión, y coincidió con un texto que yo mismo escribí hace unas semanas. El tema me recordó It's a Bird, novela gráfica escrita por Steven T. Seagle e ilustrada por Teddy Kristiansen, publicada en 2004 por DC Comics a través del sello Vertigo.

It’s a Bird no es precisamente una historia de Superman, pero el Hombre de Acero es parte importante de ella. Se trata de una historia semi-autobiográfica, que cuenta el conflicto interior de un escritor de cómics, Steve, quien recibe una oferta para escribir Superman, lo que debiera ser el sueño para cualquiera en su campo, ¿o no?

Pero Steve no puede… o, mejor dicho, no quiere escribir a Superman. Su problema es que no cree tener nada que contar con el Hombre de Acero porque no siente conexión alguna con el personaje.

Wednesday, February 3, 2016

Past Lies: An Amy Devlin Mystery, de Weir, DeFilippis y Mitten

Siempre he sido de la idea de que para recomendaciones no hay nada mejor que historias completas, sin importar que se hayan publicado como miniseries o como novela gráfica, y si hay una editorial que se caracteriza por usar esos formatos en la gran mayoría de sus títulos es Oni Press, responsable del tomo que me ocupa en en esta ocasión: Past Lies, novela gráfica escrita por Christina Weir y Nunzio DeFilippis con arte de Christopher Mitten y publicada en 2006.

Amy Devlin es una joven investigadora privada, y aunque ha trabajado en casos bastante inusuales, le sorprende que Tim Gilbraight, joven actor cuya carrera está por despegar, le pide investigar un asesinato, con la peculiaridad de que la víctima es él mismo, pero 25 años atrás. Según dice, el magnate de la aviación Trevor Schalk, asistido por su psicoterapeuta, encontró la fórmula de la inmortalidad en 1980, y gracias a una sugestión post-hipnótica, al cumplir 25 años su reencarnación recuperaría sus recuerdos y retomaría su vida. Veinticinco años después del asesinato de Schalk en su propia mansión, Tim empieza a recordar su vida pasada.

Tuesday, January 26, 2016

The Strange Talent of Luther Strode, de Justin Jordan y Tradd Moore

Quien tengan suficiente tiempo leyendo cómics (o posea cómics de décadas pasadas) recordará los característicos anuncios que aparecían en sus contraportadas o en el interior de forros, que ofrecían toda clase de artilugios de dudosa efectividad, desde gafas de rayos X hasta cursos para detectives privados o métodos para aprender a leer la mente. Las versiones traducidas en México por Novaro y Novedades también los incluyeron por mucho tiempo, y uno de los más recordados (no sé si popular, pues no sé de nadie que haya comprado el curso) era el del sistema de Charles Atlas para desarrollar los músculos del cuerpo. Tal vez les sorprenda saber que esos anuncios inspiraron a Justin Jordan para crear este cómic.

Luther Strode es un adolescente como muchos otros, delgado y de apariencia frágil, lo que suele convertirlo en uno de los blancos favoritos de los bullies en su escuela. Tratando de poner fin a los abusos que sufre, Luther compra el Hercules Method, un sistema de desarrollo muscular anunciado en los cómics, esperando que sea la solución a sus problemas. De forma increíble, luego de seguir las instrucciones del libro Luther empieza a desarrollar fuerza, resistencia y reflejos sobrehumanos. ¿Qué se esconde tras la transformación de Luther? ¿De verdad funciona el libro?

Tuesday, January 19, 2016

St. Swithin's Day, de Grant Morrison y Paul Grist

Del mismo modo que pasó en los años sesenta con la música, un par de décadas después los cómics en Norteamérica vivieron su propia Invasión Británica, que llevó a muchos de los autores más talentosos en la historia del medio a trabajar en la industria del cómic estadounidense. St. Swithin's Day, el título que nos ocupa en esta ocasión es obra de un par de esos creadores, pero no vio la luz en América hasta casi diez años después de su publicación original en Gran Bretaña.

Trident era una antología bimestral publicada en el Reino Unido por Trident Comics. Lanzada en 1989, en sus páginas aparecieron trabajos de autores que ya eran conocidos, como Neil Gaiman, Grant Morrison o Eddie Campbell, así como de creadores nuevos, como Mark Millar o Paul Grist. Y fue ahí que se publicó por primera vez St. Swithin's Day, historia dividida en cuatro partes de seis páginas cada una, con tal éxito y aceptación que pocos meses después de que apareció la última parte se publicó una edición con la historia completa totalmente a color.

Tuesday, January 12, 2016

Love Fights, de Andi Watson

No es ningún secreto que soy admirador de muchos autores de cómic que han hecho su carrera alejados de las historias de superhéroes. Y no se trata de renegar del género o de asumir una pose pseudo-intelectualoide como "los cómics de superhéroes son para niños" o algo por el estilo, sino que simplemente encuentro refrescante la diversidad temática en mis lecturas.

De entre esos autores, uno que sin duda merece mayor atención es Andi Watson. Famoso por su trabajo en historias que giran alrededor de personajes comunes en entornos cotidianos, como Breakfast After Noon o Slow News Day, o no tan cotidianos, como en Skeleton Key o Geisha (eventualmente escribiré esas series), Watson no es un creador cuyo nombre suela asociarse con los superhéroes, pero eso no quiere decir que sea ajeno al género, como consta en su historial de trabajo, pues hace unos años fue escritor de Namor para la línea Tsunami de Marvel Comics.

Pero un mejor ejemplo de lo que puede hacer en el género, y sin tener que cambiar su sensibilidad temática o su forma de contar historias lo encontramos en la miniserie Love Fights. Oni Press describe la historia como una mezcla entre Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross, y Serendipity, película protagonizada por Kate Beckinsale y John Cusack; o bien como una versión romántica de Powers. Y la verdad no se me ocurre mejor manera de describir esta historia, que es una comedia romántica en un mundo donde los superhéroes son reales.

Jack y Nora se conocen en el metro, y lo que podría haber sido una historia tradicional de amor a primera vista se convierte en algo completamente distinto cuando su camino es interrumpido de forma violenta por una pelea entre superhéroes y supervillanos. Jack es un dibujante de cómics, encargado de ilustrar las aventuras oficiales de The Flamer, el héroe más grande de Paragon City. Es tímido e inseguro y aunque disfruta su trabajo, no se siente del todo a gusto con él.

Acaba de conocer a una chica que podría ser el amor de su vida, pero no se atreve a invitarla a salir. Su entintador le informa que dejará su trabajo porque le ofrecieron hacer arte completo en una serie publicada por una editorial competidora, y ya no serán equipo. Además, le asignan como nuevo entintador a un sujeto apodado "el carnicero" y su gato lleva días perdido. Pero le queda el consuelo de que podría estar peor.

Por su parte, Nora trabaja como asistente editorial en un tabloide que se especializa en chismes sobre superhéroes, aunque muere por recibir la oportunidad de escribir por su cuenta y convertirse en reportera.

Y ahora que conoció a un chico agradable, junto con él se presenta la oportunidad de conseguir su sueño. Lo único que tiene que hacer para lograrlo es destruir la reputación de The Flamer y terminar con su carrera. El único problema es que, en el proceso, muy probablemente vaya a destruir también la de Jack. Así que ahora debe decidir entre perseguir su sueño profesional, o buscar la felicidad.

El arte de Watson sólo puede describirse como minimalista. Su estilo mezcla un diseño propio del manga de acción con el trazo limpio y firme de algunos caricaturistas europeos. Además, un inteligente uso de grises le permite recrear un mundo que resulta realista y fantástico a la vez. Ya sea que se trate de escenas tan comunes como dos personas caminando por la calle o sentadas en un café, o de algo fantástico como el escondite secreto de un héroe o secuencias de acción con tintes épicos-heroicos, su trabajo siempre es claro y fácil de seguir.

La historia de Love Fights resulta engañosamente simple. El centro argumental es la relación entre Jack y Nora, pero el trasfondo presenta un par de tramas secundarias muy entretenidas. En el caso de los fans de superhéroes, creo que encontrarán muy atractiva la forma en que se resuelve la desaparición de Guthrie, el gato de Jack, o la investigación documental de los archivos de la Edad de Plata y la Edad Oscura de los cómics de The Flamer en busca de pistas para resolver el misterio que puede lanzar la carrera de Nora.

Love Fights es una lectura recomendada tanto para fans de superhéroes como para quienes no tengan interés alguno en el género, lo que sólo es posible gracias al uso de temas universales como el amor, la amistad o el honor. Publicada originalmente como una miniserie de doce números, fue recopilada en dos tomos. No es tan difícil encontrarla en cualquiera de los dos formatos, pero puede que requiera algo de persistencia. Aún así, les garantizo que vale la pena.

LOVE FIGHTS
Historia y Arte: Andi Watson
Editado por: Oni Press, 2003-2004.
Formato: 12 números formato estándar, blanco y negro.
Colección: 2 tomos formato pocket.

Texto originalmente publicado en La Covacha Mx
sobre una versión previa publicada en Comicverso

Monday, January 4, 2016

Strangers in Paradise, de Terry Moore

sobre una versión previa publicada en Comicverso

Strangers in Paradise es una historia que tiene como protagonistas a dos mujeres y un hombre, y ninguno de ellos parece modelo de bikinis o ropa interior, algo impensable en la escena comiquera de la primera mitad de los noventa, cuando dio inicio esta serie.


No hay superhéroes (excepto por una secuencia de sueño ilustrada por Jim Lee que sirvió para dar al título la bienvenida a Image), ni supervillanos o mafio... eh, bueno, mafiosos y criminales, sí. También policías. Y un músico y una escritora, y algunos números suceden en el futuro. Pero me estoy desviando del tema.

SiP cuenta la historia de Katina "Katchoo" Chovansky, Francine Peters y David Qin. Katchoo está enamorada de Francine, Francine cree estar enamorada de Freddie y luego de Brad, pero en realidad no ama a ninguno de los dos. David está enamorado de Katchoo, y Katchoo ama a David. Y sí, su relación es tan complicada como se lee, y cualquier parecido con la vida real sólo ayuda a hacer de ésta una serie todavía más humana y entrañable. SiP trata sobre seres humanos y sus relaciones personales, y es una historia de amor y sacrificio sazonada con cuanta cosa Terry Moore pudo incluir en ella.

La primera miniserie es casi una comedia romántica. David conoce a Katchoo y se siente atraído por ella, así que hace hasta lo imposible por entrar en su vida y de paso en la de Francine. Francine sale con Freddie, pero éste no está interesado en una relación estable y sólo busca sexo. Francine no está dispuesta a llevar una relación así y Freddie la bota, provocando la ira de Katchoo, a quien Moore ha descrito en más de una ocasión como "la original rubia enfadada". Sólo la intervención de David impide que Katchoo haga algo de lo que pueda arrepentirse, pero eso no significa que Freddie se libre de su venganza.


El volumen 2 cambia el tono de la historia, introduciendo elementos de intriga y misterio propios de un thriller o novela policíaca, pues al revelarse el pasado de Katchoo descubrimos que no todo es como parece. Casas de citas, intriga política, asesinas profesionales, un detective honesto, y la aparición de la madre de Francine son algunos de los elementos que ayudan a que la historia desarrolle una complejidad y profundidad difíciles de encontrar en el mercado del comic norteamericano hasta hace pocos años.

Moore no teme a experimentar con su trabajo, y menos en su faceta de escritor. Además del arte secuencial, en distintos pasajes recurre a narrar en prosa, como si fuese un extracto de una novela, o en formato de guión teatral. También entiende cuando el silencio se convierte en una poderosa herramienta narrativa, y lo utiliza con maestría, apoyándose en su talento como artista gráfico. Incluso utiliza letras de canciones y poemas para contar su historia, y los resultados son extraordinarios.

Una de las características principales de la obra de Moore es la forma en que escribe y dibuja a sus personajes. No sólo se ven distintos unos de otros (algo especialmente complicado en una publicación en blanco y negro), sino que cada uno tiene personalidad propia y no buscan llenar ninguna clase de estereotipo. Son personas como cualquiera, con sentimientos y problemas, con virtudes y defectos, quienes pueden estar de buen humor, o tristes, y cambiar de estado de ánimo dependiendo de la situación en que se encuentren.


Esa cualidad permitió a la serie convertirse en algo en su momento único en este medio: un título leído por casi tantas mujeres como hombres, si no es que más. Además de atraer a un público femenino, SiP representa también un punto de entrada ideal para lectores que no saben que el cómic puede ser mucho más que héroes en mallas. No sé si sea para todos los gustos, pero de algo estoy seguro: Si alguna vez han pensado en invitar a su novia, a una amiga, hermana, prima o conocida a intentar leer un cómic, Strangers in Paradise es su mejor apuesta.

Y lo mismo va para ese amigo o pariente que tiene prejuicios contra el medio. A estas alturas es casi un cliché hablar de un cómic 'para quienes no leen cómics', pero esa es una descripción que Strangers in Paradise llenó al pie de la letra durante mucho tiempo. Y lo mejor de todo es que es también un cómic que un lector regular puede disfrutar sin problema alguno.


STRANGERS IN PARADISE
Escritor y Artista: Terry Moore
Editoriales: Antarctic Press / Abstract Studios / Image Comics (Homage)

Fecha de publicación: 1993 a 2007

Formato: 107 números standard de 32 páginas blanco y negro.
Colecciones: 19 tomos de pasta blanda, 10 tomos de pasta dura, 6 tomos tamaño pocket. Edición Omnibus en dos tomos con las más de 2000 páginas de la historia.