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Monday, February 29, 2016

Planetary, de Warren Ellis y John Cassaday

sobre una versión previa publicada en Comicverso

Pocos escritores han tenido tanto impacto en el cómic norteamericano como Warren Ellis a fines del siglo pasado. Heredero de una tradición de autores británicos llegados para revitalizar el medio estadounidense, Ellis osciló durante años entre cómics de superhéroes y otros géneros, desde horror y temas maduros hasta ciencia ficción, años antes de probar suerte con creaciones propias.


Con tal diversidad de obra, resulta apropiado que fuese el responsable de crear algo como Planetary, serie que mezcla las distintas facetas de su trabajo en algo nuevo y de gran impacto. Para 1998 Ellis tenía ya un fiel grupo de seguidores, y su reputación le daba cierta libertad para elegir con quién trabajar y dónde publicar. Wildstorm, compañía propiedad de Jim Lee, se caracterizaba por tener los mejores sueldos en la industria, ofrecía libertad creativa a sus colaboradores y contaba con extraordinarios coloristas, por lo que resultó ideal para tan ambicioso proyecto.

El elegido para ilustrar la serie fue John Cassaday, dibujante con apenas un par de años en la industria pero con una creciente reputación gracias a su trabajo en miniseries y proyectos unitarios para Marvel, DC y Dark Horse, y cuyo trabajo más conocido hasta entonces era el western Desperadoes, escrito por Jeff Mariotte y publicado por la misma Wildstorm. Su trabajo fue complementado por el color de Laura DePuy (hoy Laura Martin) y David Baron.

Planetary cuenta la historia de la organización del mismo nombre, cuyos miembros son descritos como “arqueólogos de lo imposible”.

La misión de Planetary es investigar y revelar la historia secreta del siglo XX, para lo que requiere la participación de un peculiar equipo de campo, formado por Jakita Warner, Drummer, y el misterioso personaje reclutado en el primer número, Elijah Snow.

Todos ellos poseen habilidades sobrehumanas que les permiten realizar acciones que otros no podrían siquiera imaginar. La historia se desarrolla dentro del Universo Wildstorm, en el cual existen gran variedad de superhéroes tradicionales, muchos de ellos creados como homenaje o respuesta a personajes de Marvel y DC, lo que lo convierte en escenario ideal para algunas de las historias de Ellis. Sin embargo, el autor no se limita a utilizar los personajes existentes en dicho universo, sino que añade nuevos mitos a ese panteón, enriqueciéndolo de forma notable.

Los misterios investigados por Planetary muestran situaciones familiares para el lector y hacen referencia a temas populares: un cuartel secreto de superhéroes oculto en el interior de una montaña; una isla llena con los restos de monstruos gigantes; una nave interdimensional que naufragó en nuestro planeta; un laboratorio en el desierto que creó toda clase de monstruos y aberraciones; fantasmas, conspiraciones, y curiosidades por el estilo.

Existe una organización opuesta a Planetary, un grupo conocido como “Los 4”, cuya misión es acaparar y encubrir la misma clase de secretos que Planetary busca revelar, y comienza a develarse el misterio tras el reclutamiento de Snow. Poco a poco descubrimos el pasado de este personaje, relacionado de manera directa con el origen de Planetary y la rivalidad con Los 4. Ésta es una clara referencia a los Cuatro Fantásticos, quizás los más famosos y populares exploradores de la historia del cómic, pero Ellis los interpreta de forma radicalmente diferente, lo que es una declaración de principios para Planetary: éste cómic no es como los que acostumbras leer.

En sus páginas el autor construye un mundo que, al tiempo que desarrolla su propia mitología, revela la estructura tras las historias con las que crecimos, convirtiéndose en un ambicioso proyecto revisionista de la ficción popular contemporánea. Lo que separa a Planetary de otros cómics revisionistas es que la mayoría se limitan al género de superhéroes, pero Ellis hace una deconstrucción de la ficción popular del siglo XX en todas sus facetas, desde los pulps hasta el cine y la televisión, pasando por los cómics y la literatura fantástica. El resultado es un fascinante mosaico de temas que han dominado el entretenimiento durante décadas, analizándolos al tiempo que se suma a los mismos.

Planetary es una carta de amor a la narrativa fantástica del siglo XX escrita por una de sus voces más singulares. En sus páginas Ellis comparte algunas de sus influencias narrativas al tiempo que las canaliza para crear una historia nueva y original, demostrando que no es necesario inventar el hilo negro para expandir los alcances de la ficción popular, pues es posible asimilar lo que vino antes y construir sobre ello.


Sería difícil tratar de situar la serie dentro de un género narrativo, pues a pesar de que tiene elementos de misterio y busca resolver preguntas con la lógica como herramienta para revelar la respuesta, Planetary no tiene una estructura tan rígida, y la solución a las preguntas que plantea suele generar nuevas interrogantes, creando misterios dentro de los misterios y acercándose a lo que conocemos como metaficción. Planetary trasciende cualquier intento de clasificación, convirtiéndose en un auténtico enigma narrativo.

Concebida en principio como una serie de 24 números bimestrales, al final contó con 27 números y tres especiales, todo ello publicado en poco más de una década. Problemas de salud y compromisos de los autores alteraron el plan original, e incluso hubo una suspensión absoluta por poco más de dos años. Que la serie pudiese mantener el interés de su audiencia bajo esas condiciones es testamento del impacto que tuvo en sus lectores.

El número 1 salió a la venta en febrero de 1999, aunque meses antes hubo un inserto con una historia de 8 páginas en otras dos series de Wildstorm, mientras que el número 27 apareció en octubre del 2009. La totalidad de la serie ha sido recopilada en diferentes formatos, lo que hace relativamente fácil conseguir una copia.

Planetary es lectura obligada para cualquier aficionado a la ficción contemporánea, y todo mundo debería darse el tiempo para leer esta importante serie. Les garantizo que no se arrepentirán.

PLANETARY
Escritor: Warren Ellis
Artista: John Cassaday
Color: Laura Depuy (Laura Martin), David Baron

Editorial: DC Comics/Wildstorm Entertainment
Fecha de publicación: 1999 - 2007


Tuesday, February 16, 2016

The Ballad of Halo Jones, de Alan Moore e Ian Gibson

Desde hace varias décadas, el británico Alan Moore es uno de los escritores más respetados en el medio del cómic a ambos lados del Atlántico.

Casi cuatro décadas produciendo historias de calidad en el arte secuencial lo elevan al nivel de leyenda viviente, y aunque es más conocido por su trabajo en América con obras seminales como Watchmen, Swamp Thing y un par de memorables historias de Superman, antes de eso se hizo de nombre en el Reino Unido, sobre todo gracias a sus historias de ciencia ficción publicadas en varias revistas de antología.

Tuesday, February 9, 2016

It's a Bird, de Seagle y Kristiansen

En las últimas semanas revivió en redes sociales la discusión acerca de Superman y por qué no debiera alterarse de forma drástica el personaje. Varios autores se unieron a la discusión, y coincidió con un texto que yo mismo escribí hace unas semanas. El tema me recordó It's a Bird, novela gráfica escrita por Steven T. Seagle e ilustrada por Teddy Kristiansen, publicada en 2004 por DC Comics a través del sello Vertigo.

It’s a Bird no es precisamente una historia de Superman, pero el Hombre de Acero es parte importante de ella. Se trata de una historia semi-autobiográfica, que cuenta el conflicto interior de un escritor de cómics, Steve, quien recibe una oferta para escribir Superman, lo que debiera ser el sueño para cualquiera en su campo, ¿o no?

Pero Steve no puede… o, mejor dicho, no quiere escribir a Superman. Su problema es que no cree tener nada que contar con el Hombre de Acero porque no siente conexión alguna con el personaje.

Wednesday, February 3, 2016

Past Lies: An Amy Devlin Mystery, de Weir, DeFilippis y Mitten

Siempre he sido de la idea de que para recomendaciones no hay nada mejor que historias completas, sin importar que se hayan publicado como miniseries o como novela gráfica, y si hay una editorial que se caracteriza por usar esos formatos en la gran mayoría de sus títulos es Oni Press, responsable del tomo que me ocupa en en esta ocasión: Past Lies, novela gráfica escrita por Christina Weir y Nunzio DeFilippis con arte de Christopher Mitten y publicada en 2006.

Amy Devlin es una joven investigadora privada, y aunque ha trabajado en casos bastante inusuales, le sorprende que Tim Gilbraight, joven actor cuya carrera está por despegar, le pide investigar un asesinato, con la peculiaridad de que la víctima es él mismo, pero 25 años atrás. Según dice, el magnate de la aviación Trevor Schalk, asistido por su psicoterapeuta, encontró la fórmula de la inmortalidad en 1980, y gracias a una sugestión post-hipnótica, al cumplir 25 años su reencarnación recuperaría sus recuerdos y retomaría su vida. Veinticinco años después del asesinato de Schalk en su propia mansión, Tim empieza a recordar su vida pasada.