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Monday, December 14, 2015

Harlan Ellison's Dream Corridor

sobre una versión previa publicada en Comicverso

Harlan Ellison es uno de los personajes más controvertidos de nuestros tiempos. Considerado como el “niño terrible” de la ciencia ficción aún antes de iniciar su carrera como escritor, Ellison está acostumbrado a ser el centro de atención. Durante su adolescencia leía cuanta revista de ciencia ficción o fantasía caía en sus manos y escribía a todas y cada una de ellas comentando y criticando las historias publicadas.

Al paso del tiempo se hizo de cierto nivel de celebridad en el medio, al grado de ser invitado a convenciones de escritores y eventos de las editoriales como el fan más famoso del mundo. Algún editor llegó a comentar que Ellison tenía más textos publicados que muchos escritores profesionales. Con el tiempo se convirtió en uno de ellos, y junto con el reconocimiento y premios llegaron amistades y enemistades. Su carácter pendenciero y arrogante lo volvió el centro de discusiones y enfrentamientos, y tuvo toda clase de pleitos con editores, agentes y otros escritores. Pero su forma de ser no opacó el volumen de su trabajo ni la aceptación crítica y popular del mismo.

Durante la década de los sesenta, Ellison ganó toda clase de premios por sus cuentos y guiones para televisión. De hecho, muchos lo consideran el autor más premiado del mundo. Entre los galardones que ha obtenido podemos contar ocho Hugo (más uno compartido), tres Nebula, dos Edgar (otorgado por la Mystery Writers of America), tres Stoker (por parte de la Horror Writers of America), dos World Fantasy Awards, un Lifetime Achievement Award, un British Fantasy Award, y cuatro Most Outstanding Teleplay Awards (Hollywood Writers Guild of America).

Y también ha escrito cómics. Esa faceta es menor si se compara con su producción en otros medios, pero hace varios años regresó al medio que tanto le gusta a través de una antología publicada por Dark Horse. En febrero de 1995 apareció el Harlan Ellison’s Dream Corridor Special, un tomo en formato Prestige de 64 páginas que sirvió para lanzar una serie regular. En sus páginas había adaptaciones de cuentos de Ellison publicados en prosa entre 1956 y 1988, los cuales abarcan ciencia ficción, crimen, western y horror, entre otros géneros.


A manera de transición entre las adaptaciones, el cómic ofrecía una secuencia de introducción escrita por el propio Ellison y con dibujos de Eric Shanower (Oz, Age of Bronze), en la que el autor guiaba a sus lectores a través de un laberinto lleno de pasillos y puertas, detrás de cada una de las cuales había una historia.

En el especial también debutó una de las secciones más interesantes de la antología: la Historia detrás de la portada. El nombre de la sección es también su descripción. Las ilustraciones para las portadas fueron comisionadas a diferentes artistas como ilustraciones libres, sin ningún tema en particular. Una vez recibida la ilustración, Ellison escribía una historia que servía para acompañar esa portada, muchas veces inspirada por la ilustración misma.

Estos cuentos inéditos se publicaron en la segunda de forros, justo detrás de la portada. La historia para la portada del especial, Midnight In The Sunken Cathedral (Medianoche en la Catedral Sumergida) se dividió en dos partes, la segunda de las cuales se publicó en el primer número de la serie regular.


La serie, ejemplares estándar de 32 páginas, duró sólo cinco entregas, pues problemas de salud obligaron a Ellison a tomar un descanso de todas sus actividades. En los cuatro primeros números apareció serializada la polémica adaptación del cuento más famoso de Ellison, I Have No Mouth and I Must Scream (No Tengo Boca y Debo Gritar), realizada por John Byrne. Y se le considera polémica porque, en palabras del propio Ellison, Byrne decidió interpretar la historia a su manera.

A fin de permitir que los lectores pudieran juzgar la historia de forma independiente a la adaptación de Byrne, Ellison incluyó también el cuento original, dividido también en cuatro partes que aparecieron junto a la parte correspondiente de la adaptación. En el verano de 1996 Dark Horse intentó relanzar la serie en un nuevo formato, similar al del especial y con una periodicidad trimestral, pero sólo un número vio la luz.

Hace unos años aparecieron un par de tomos recopilatorios, donde se incluyen no sólo las historias publicadas en la serie, sino también trabajos inéditos de Mark Waid, Gene Ha, Steve Rude, Steve Niles, Paul Chadwick, Gene Colan, y otros, incluyendo el último trabajo de Curt Swan, en adaptaciones que por distintas razones no fue posible incluir durante el curso de la serie.


Para quienes no estén familiarizados con el trabajo de Ellison, este corredor de sueños resulta una excelente introducción, pues presenta historias de diferentes etapas del autor, adaptadas en gran variedad de estilos por algunos de los creativos más reconocidos del medio. Los resultados, como en toda antología, son disparejos, pero en términos generales el resultado es positivo. De entre las historias “detrás de la portada”, habría que destacar la del cuarto número, Chatting with Anubis (Charlando con Anubis), que ganó el Deathrealm Award y el Stoker como Mejor Historia Corta de 1995.

HARLAN ELLISON'S DREAM CORRIDOR
Historias: Harlan Ellison
Guiones: Len Wein, Faye Perovich, Phil Foglio, Diana Schutz, John Byrne, Max Alan Collins, Steve Niles, Stefan Petrucha, Nancy A. Collins, Jan Strnad, Peter David, R.A. Jones, Brett Blevins, John Ostrander, Tony Isabella, Mark Waid, Steve Niles, Paul Chadwick, Harlan Ellison
Arte: Pat Broderick, Doug Wildey, Michael T. Gilbert, Phil Foglio, Matt Howarth, Gary Gianni, Teddy Kristiansen, John Byrne, Craig Elliot, John K. Snyder III, Tom Sutton, Heinrich Kipper, Skip Williamson, Mike Deodato Jr., David Lapham, Eric White, Paul Chadwick, Brett Blevins, Marty Nodell, Rags Morales, Neal Adams, Steve Rude, Gene Ha, Gene Colan, Curt Swan
Portadas: Stephen Hickman, Michael Whelan, Diane & Leo Dillon, Sam Raffa, Jane McKenzie, Ron Brown, Terese Nielsen
Contraportadas e ilustraciones adicionales: Overton Lloyd, Michael Whelan, Jill Bauman


Tuesday, December 8, 2015

The Shadow: Year One, de Wagner y Torres

Uno de los personajes más populares en la ficción popular del siglo XX es The Shadow. Concebido como narrador de un serial radiofónico de corte detectivesco, el personaje debutó en radio en 1930 y un año después protagonizó su propio pulp. Su popularidad lo llevó de vuelta a la radio en 1937 como estrella de su propio serial, y para 1940 ya tenía su propia tira cómica. En 1964, Archie Comics publicó una serie de 8 números, pero por salud mental es mejor ignorarla.

Denny O’Neil y Michael William Kaluta nos dieron su versión moderna en cómics en 1974, y a la fecha es la más identificada por la gran mayoría de lectores, pues fue también la principal influencia de la película de 1994. Creo que una de las razones para que los lectores más jóvenes no se interesen por el personaje es el desconocimiento del mismo. El cómic suele ser un medio hostil hacia los nuevos lectores, y si con superhéroes es complicado hallar un buen punto de entrada, con personajes menos conocidos resulta aún más difícil. Por fortuna Matt Wagner y Dynamite Entertainment hallaron la solución al problema, al menos para The Shadow.

Monday, November 23, 2015

Strikeback!, de Kevin Maguire y Jonathan Peterson

sobre una versión previa publicada en Comicverso

Los años noventa cambiaron la escena del cómic estadounidense, sobre todo en relación a los derechos de autor y la atribución de crédito y propiedad de su trabajo para escritores y dibujantes, tema en que anteriormente carecían de alternativas. Tras el llamado “Boom del Cómic”, aparecieron muchas editoriales nuevas, pero pocas perduraron.

La más exitosa y popular fue sin duda Image Comics, fundada por siete de los dibujantes más populares de Marvel. Su idea original era permitir a los autores conservar los derechos de los personajes y series creadas por ellos, y la posibilidad de trabajar sin restricciones o líneas editoriales.

Pronto quedó atrás ese idealista inicio, pero fue la primera vez que un grupo de creativos se posicionó en el mercado trabajando fuera de “las dos grandes”, y pronto aparecieron iniciativas similares. De entre los impresos de autor destacaban Legend, de Dark Horse Comics, y Bravura, en Malibu Comics (ambas surgidas de un fallido proyecto que hubiese llevado el nombre de Dinosaur, pero esa es otra historia).

Legend tenía una impresionante alineación: Frank Miller, John Byrne, Mike Mignola, Geoff Darrow, Dave Gibbons, Arthur Adams, Paul Chadwick y Mike Allred. Bravura, por su parte, incluía a Gil Kane, Peter David, Jim Starlin, Kevin Maguire, Howard Chaykin y Walter Simonson, entre otros. Y es precisamente un título de Bravura el que nos ocupa en esta ocasión.


Rascal y Nikita son una joven pareja de enamorados y no parecen tener preocupación alguna en el mundo. Pero una noche, mientras celebran el cumpleaños de ella, un grupo de mercenarios los ataca y la secuestra. Rascal intenta defenderla usando su bufanda (sí, su bufanda), pero los mercenarios son demasiados y tienen la ventaja del factor sorpresa. Midnite Devil, un extraño sujeto vestido como diablo, se une a Rascal en el intento de rescatar a Nikita.

Y cuando las cosas se ponen duras, llega la caballería: un tipo con poderes eléctricos, una chica voladora, un hombre-tanque, y una mujer armada con dos espadas y una muy mal actitud. Ellos y Rascal se hacen llamar Strikeback!, y juntos intentarán rescatar a Nikita de las garras de… ¿sus padres?


Para aquellos familiarizados con el trabajo de Kevin Maguire no será una sorpresa encontrar una fuerte dosis de humor en Strikeback! De manera similar a lo que más tarde haría en Trinity Angels (si no la han leído, no se preocupen, eventualmente le dedicaremos un espacio), Maguire crea personajes humanos con tantos defectos como virtudes, y en este caso los enfrenta a un grupo de mercenarios con nombres de perros: Doberman, Rottweiler, etc. Midnite Devil es un acróbata que no puede guardar silencio mientras pelea y quien por momentos recuerda a Spider-Man o al Daredevil de Karl Kesel.

La trama no es muy compleja. Mercenarios secuestran a una chica. El novio de la chica y sus amigos intentan rescatarla. Los mercenarios entregan a la chica a quien los contrató (los padres de la chica). Se revela el secreto de la familia y aparece un dragón. Abundan las peleas, choques, insultos y desencuentros, y los enamorados se reúnen sólo para descubrir que la vida no es tan simple como creían.


El gran atractivo de la serie son los personajes. Jonathan Peterson, veterano editor con años de experiencia en cómics de superhéroes, hace un gran trabajo al dotar a cada personaje de una personalidad y voz propias, generando una inmediata simpatía del lector hacia los héroes. La serie se publicó originalmente como Strikeback!: The Hunt for Nikita bajo el sello de Bravura, pero quedó inconclusa, con sólo tres números. Y pasó algo curioso. Al ver la numeración en las portadas nos encontramos esto: 1 de 6, 2 de 5, 3 de 4.

Varios meses más tarde el proyecto halló un nuevo hogar en Image, desapareció el subtítulo y se republicaron los tres números ya aparecidos (además se corrigió un error de armado que dificultaba la lectura del número 3) y se completó la historia al publicar los dos números restantes de lo que al final fue una serie de cinco entregas.


Para los aficionados a los datos de trivia resultará interesante saber que la mayoría de los personajes que forman Strikeback! fueron creados por Maguire cuando trabajaba para DC Comics en una propuesta para Team Titans, serie que años atrás Maguire iba a escribir y dibujar bajo la supervisión editorial de Jonathan Peterson y que por razones desconocidas no llegó a ser.

Strikeback! puede hallarse con cierta facilidad en tiendas de cómics, tanto físicas como en línea, y suele estar a precios accesibles. Si deciden buscarla, recomiendo cazar los números de Image, donde la mejor calidad del papel realza el extraordinario trabajo de color de Steve Oliff, no tendrán que lidiar con el mal armado del número 3, y además podrán leer la serie completa.

STRIKEBACK!
Historia: Kevin Maguire y Jonathan Peterson
Guion: Jonathan Peterson
Dibujo: Kevin Maguire
Tintas: Kevin Maguire / Joe Rubinstein
Color: Steve Oliff
Ediciones: Malibu / Bravura, 1994. Image Comics, 1995.

Wednesday, November 18, 2015

Coda: La bailarina, el hipopótamo y el muro, de HG Santarriaga

Hace varios meses dediqué este espacio a H3rmanos, novela gráfica de H.G. Santarriaga presentada en Festo 2014. En ella, Héctor construía sobre el mundo ciberpunk que había ido desarrollando en historias cortas publicadas en Nostromo, la antología que creó en colaboración con su socio y amigo Valerio Vega. Ahora, hace unas semanas, en el marco de La Mole Comic Con, HG presentó Coda: la bailarina, el hipopótamo y el muro, su nueva novela gráfica ubicada en el mismo mundo, una versión distópica y futurista de la ciudad de México, que en realidad no es muy distinta de la que habitamos hoy en día.

Amok es un joven que tuvo que dejar la escuela por falta de recursos, y ahora trabaja como mascota y repartidor para Hipokekas, una cadena de quesadillas gigantes con servicio de entrega a domicilio. Parte de su trabajo consiste en hacer entregas a bordo de una motoneta y portando una botarga de hipopótamo. Cuando la historia abre, Amok es perseguido por los Heartbreakers, curioso grupo de delincuentes y narcotraficantes que gustan de vestir como Elvis Presley.

Monday, November 9, 2015

I Die at Midnight, de Kyle Baker


¿Recuerdan la fiebre del milenio? ¿Todo el alboroto alrededor de la posible catástrofe tecnológica que amenazaba con acabar con la civilización como la conocemos con la llegada del año 2000? ¿No? La verdad, no es de extrañarse. Imagino que algunos lectores eran muy jóvenes y además no pasó nada (bueno, pasó, pero no fue tan grave porque se trabajó para prevenirlo) y todo volvió a la normalidad una vez que el mundo recuperó la sobriedad tras las fiestas de año nuevo.

(Seguro habrá quienes insistan en que las fiestas del 31 de diciembre de 1999 eran además para celebrar la llegada de un siglo y milenio nuevos, pero esa es una necedad desmentida por la aritmética.)

Los cómics no escaparon a la aparente necesidad de hacer algo relacionado con la fecha, que además era un buen pretexto para generar un poco de atención mediática, y así surgió V2K (Vertigo 2000), un “evento” conformado por tres miniseries y dos especiales en formato Prestige (64 páginas, papel satinado, cubiertas de cartulina satinada y encuadernado engomado de lomo plano). Uno de esos especiales fue I Die at Midnight.

Escrito y dibujado por Kyle Baker, reconocido autor de You are Here, Why I Hate Saturn?, King David y The Bakers, quien varias veces ha sido galardonado en los Eisner y es famoso por su distintivo estilo y peculiar humor. Para la mayoría de los fans de cómic puede que sea más conocido por su trabajo en Truth, para Marvel Comics, o en Plastic Man, para DC, o incluso por el escándalo suscitado por su historia “Letitia Lerner, la Niñera de Superman” en el cancelado y destruido Elseworlds 80 Page Giant, aunque años después fue reimpresa en Bizarro Comics.

La acción de la historia transcurre durante la noche del 31 de diciembre. Larry es un maníaco-depresivo a quien su novia decidió abandonar por considerarlo mentalmente inestable. Decepcionado, Larry decide que no vale la pena seguir viviendo y se toma todo el contenido de un frasco de pastillas. Justo entonces Muriel, su novia, aparece en su puerta diciéndole que le dará otra oportunidad. Larry no puede decirle lo que acaba de hacer porque eso sería una prueba de su inestabilidad, así que espera a que Muriel se quede dormida para hacer una llamada en busca de consejo.


Sus opciones son limitadas. Tiene que cruzar la ciudad para encontrarse con la única persona en quien confía para guardar el secreto y recibir el antídoto para la sobredosis que ingirió. Además, debe tomarlo antes de medianoche. Es la víspera de año nuevo en la ciudad de Nueva York, sede de una de las más grandes fiestas en el mundo, así que transportarse será un problema. Y, por si fuera poco debe lidiar también con el ex-novio de Muriel, quien es capaz de todo, incluso matar, para impedir que el antídoto llegue a sus manos.

Esta historia es un ejercicio narrativo de primer nivel. La narrativa gráfica de Baker es impecable y su estilo, caricaturesco y realista a la vez, sombrío pero lleno de color, es perfecto para el humor negro que maneja en esta historia, con el añadido de que en esta ocasión hizo un uso extensivo de imágenes creadas digitalmente, sobre todo para los fondos.

I Die at Midnight fue nominada al Eisner como mejor historia autocontenida o de un sólo número, y fue una de las razones para que Baker ganara ese mismo año el premio como mejor escritor/dibujante de humor. Pueden ver más de este y otros trabajos de Baker en su sitio oficial, donde además pueden leer completa I Die at Midnight en una versión de baja resolución.


Si lo hacen y les gusta, consideren la posibilidad de dejar una donación o, mejor aún, compren la historia, disponible desde hace unos meses en una nueva edición publicada por el propio Baker de forma independiente, y la cual está también disponible a través de Amazon y otras plataformas digitales, ya sea en versión impresa o electrónica.

I Die at Midnight
Historia y arte: Kyle Baker
Editorial: DC Comics/Vertigo
Formato: Prestige, 64 páginas a color
Fecha de publicación: diciembre de 1999


Tuesday, October 27, 2015

Deadly Class: Reagan Youth, de Remender y Craig

Rick Remender es uno de los escritores más exitosos y respetados en la escena actual del cómic estadounidense, y con justa razón. Con poco más de quince años de experiencia en el medio, el autor ha logrado mantener su nombre visible, logrando un balance entre trabajo de su propiedad y algunas franquicias de Marvel Comics. En la Casa de las Ideas ha escrito para Punisher, Venom, Captain America y los Avengers, aunque quizás su trabajo más aclamado y popular sea el realizado en Uncanny X-Force.

En cuanto a sus series propias, habría que destacar Fear Agent, además de los cuatro proyectos en que trabaja actualmente: Tokyo Ghost, Low, Black Science, y la que nos ocupa en esta ocasión, Deadly Class.

1987, San Francisco, California. Marcus López es un adolescente nicaragüense, quien perdió a sus padres poco tiempo después de emigrar a los Estados Unidos. Tras un difícil periodo en una casa hogar, Marcus vive en las calles, tratando de sobrevivir a las inclemencias del clima y la falta de alimentos o refugio. Hay un secreto en su pasado que lo aterra, y cuando agentes del gobierno lo persiguen parece no tener escapatoria.

Tuesday, October 13, 2015

Desperadoes, de Mariotte, Cassaday y otros

El western es un género muy popular en la ficción, y pese a que atravesó un periodo bastante difícil en la segunda mitad del siglo XX, en pleno siglo XXI sobrevive gracias a la facilidad con que se puede adaptar y combinar con otros géneros narrativos. Un perfecto ejemplo de esto, sobre todo en los últimos 25 años, lo hemos visto con la gran popularidad de que goza el subgénero conocido como weird western, el cual añade elementos de ciencia ficción, fantasía u horror a los temas que solemos hallar en westerns tradicionales. Un perfecto ejemplo de lo que ofrece esta vertiente es Desperadoes, serie creada por Jeff Mariotte e ilustrada por un puñado de talentosos artistas a lo largo de los años.

Tras el exitoso lanzamiento de Image Comics a principios de los años noventa, Jim Lee expandió Wildstorm Entertainment con la creación del subsello Homage Comics, el cual apoyaba proyectos propiedad de sus autores y del que destacan títulos como Astro City o Leave It to Chance. Cuando Lee decidió probar suerte con un western, no acudió a su área editorial, sino a la de negocios. Sabía que Mariotte, que en ese entonces era vicepresidente de marketing de la compañía, era aficionado al género, así le pidió que preparase una propuesta.

Monday, July 6, 2015

Tale of Sand, de Jim Henson, Jerry Juhl y Ramon K. Perez

Al hablar de Jim Henson invariablemente uno piensa en los Muppets, pero el talentoso escritor, productor, director y titiritero hizo mucho más que crear a las marionetas más famosas del mundo, y su creatividad ha sido inmortalizada en series de TV como Jim Henson's The Storyteller o películas como Labyrinth (Laberinto) y The Dark Crystal (El Cristal Encantado).

Lo que es probable que muchos no sepan es que antes de volverse famoso gracias a su trabajo en televisión, Henson deseaba ser cineasta. Dirigió varios cortometrajes, y Time Piece (1965), nominado al Oscar en 1966, es una muestra de lo que pudo haber sido en caso de que su carrera hubiera seguido ese camino. Si gustan, pueden ver el cortometraje completo en YouTube.

Henson comenzó a trabajar con marionetas a finales de los años 50, cuando todavía estaba en la universidad, y a lo largo de las décadas siguientes combinó su trabajo en TV con proyectos experimentales, incluyendo los cortos mencionados.

En 1970 inició su colaboración en la serie educativa infantil Sesame Street (Plaza Sésamo) y sus apariciones en TV se volvieron más frecuentes. En 1974, junto a Jerry Juhl, escritor con quien trabajaba desde 1961, comenzó a escribir el guion para un largometraje, pero cuando se dio la oportunidad de desarrollar The Muppets Show abandonaron el proyecto.

Hace unos años, The Jim Henson Company inició una relación de trabajo con Archaia Press, sello independiente especializado en cómics dirigidos al público infantil. Con ellos produjeron un par de exitosas antologías inspiradas en material de The Storyteller y Fraggle Rock, además de una exitosa serie de The Muppets publicada por BOOM! Entertainment, editorial con la que se fusionó Archaia. Al analizar posibilidades para nuevos proyectos en conjunto, dieron con el guion de A Tale of Sand, el abortado largometraje, y decidieron convertirlo en una novela gráfica.

El elegido para hacerse cargo de la adaptación fue el artista canadiense Ramón K. Pérez, quien ha ganado notoriedad gracias a su trabajo en The Amazing Spider-Man: Learning to Crawl y otros títulos de Marvel Comics, pero fue por su trabajo en Tale of Sand que el talentoso artista capturó la atención de lectores y editores y recibió varias nominaciones a los Premios Eisner de 2012.

Tale of Sand cuenta la historia de Mac, un hombre común que llega a un pueblo en medio del desierto, donde es recibido como un héroe en medio de una gran celebración. No tiene idea de lo que ocurre, pero lo sacan de la fiesta para darle una guirnalda, las llaves de la ciudad, un mapa, y una mochila llena de provisiones. Es llevado hasta una línea de partida, pero sólo le dicen que debe llegar hasta Eagle Mountain y le garantizan al menos diez minutos de ventaja, pero no sabe qué o quién irá tras él.

Lo que sigue es una experiencia surrealista de tintes oníricos, misma que no siempre es fácil de interpretar. Eso no quiere decir que la historia no tenga sentido o sea incomprensible, pero sería bueno que la lean con la misma mente abierta con que ven una película de David Lynch o Terry Gilliam. Si eso no resulta muy claro me disculpo, pero no se me ocurre una mejor forma de describirlo, ya que es la clase de historia que hay que experimentar para poder entender.

El guion de Henson y Juhl es un trabajo íntimo, y se percibe el cuidado con que lo escribieron. La elección de Pérez para la adaptación fue un gran acierto, pues el talentoso ilustrador se las arregla para que funcione. Largas secuencias narrativas contadas de forma cinemática y casi sin diálogos no son algo sencillo, pero Perez hace que todas y cada una de ellas fluyan sin problema. Su trazo limpio y preciso hace que el lector se pierda en las páginas y siga fascinado lo que ocurre sin preocuparse porque tenga sentido.

El color, obra de Ian Herring con ayuda del mismo Perez, además de Jordie Bellaire y Kalman Andrasofszky,  ayuda a sentar el tono de la historia, creando la atmósfera ideal para cada momento, e incluso el rotulado de Deron Bennett juega un papel importante, pues además de incluir partes del guion en el diseño de algunas páginas, usa como herramienta narrativa una fuente diseñada con base en la escritura a mano del propio Henson.

Siempre he sido de la idea de que cualquier clase de trabajo creativo u obra de arte funciona como una conjunción entre lo que plasma el autor y lo que su audiencia interpreta, y no se me ocurre un ejemplo más claro de esta simbiosis interpretativa que Jim Henson’s A Tale of Sand. Absolutamente recomendada.

A Tale of Sand
Escritores: Jim Henson y Jerry Juhl
Artista: Ramón K. Pérez
Color: Ian Herring con Ramón K Pérez, Jordie Bellaire y Kalman Andrasofszky
Editor: Stephen Christy
Editorial: Archaia Press / BOOM! Entertainment
Fecha de publicación: 2011
Formato: Tomo en pasta dura de 156 páginas a color, con un tamaño de 21×30 cms.

Texto publicado originalmente en La Covacha Mx

Monday, June 29, 2015

I Kill Giants, de Joe Kelly y J.M. Ken Nimura

Barbara Thorson es una niña de 10 años con problemas para relacionarse tanto con su familia como con sus compañeros de escuela. En casa las riendas las lleva su hermana mayor, Karen, que parece rebasada entre su trabajo y tratar de cuidar a sus dos hermanos menores, así que no puede dar a Barbara la atención y el tiempo que necesita. En la escuela pasa más tiempo escondida detrás de un libro, que hablando con sus maestros o compañeros, lo que puede no ser tan malo, pues cada vez que interactúa con alguien, Barbara termina invariablemente en la oficina del director.

Lo más cercano a una actividad colectiva "normal" en su vida se da gracias a los amigos de Dave, su hermano, quienes suelen visitarlos en casa para celebrar una partida de Calabozos y Dragones, juego en el que ella parece tener un especial talento para conducir, pero incluso ahí es evidente que ella prefiere por mucho el mundo que hay dentro de su cabeza que aquel en el que vive.

Monday, June 15, 2015

Transmetropolitan, de Warren Ellis y Darick Robertson

sobre una versión previa publicada en Comicverso

El futuro cercano, fecha indeterminada. La Ciudad es un lugar enorme, y nadie está seguro de donde empieza o termina. En ella conviven, se mezclan, odian y segregan toda clase de grupos sociales, étnicos, religiosos, políticos y demás. Es un mundo distópico donde la supervivencia diaria es cuestión de saber a quién le importa. Es el mundo del que Spider Jerusalem intentó alejarse hace años y al que lo están obligando a regresar. Es un lugar que odia, pero lo necesita para trabajar, porque es un cínico periodista y escritor que, para su mala fortuna, jamás ha podido escribir lejos de la ciudad.


Spider tiene años viviendo en el exilio, lejos de La Ciudad y todo lo que ésta representa, cuando recibe una llamada de su antiguo editor, Mitchell Royce, quien le recuerda que tiene un contrato del que aún debe dos libros, por los cuales ya ha recibido (y gastado) un jugoso anticipo. Agotados todos los recursos para intentar zafarse de sus obligaciones contractuales, acepta regresar y Transmetropolitan es la crónica de su vida tras esa decisión.

De vuelta en La Ciudad, Spider se convierte en columnista para el diario The Word, donde Royce es el editor de la sección metropolitana. Spider tiene un humor corrosivo y es sumamente crítico en su visión de La Ciudad y la gente que vive en ella, lo que se convierte en el tema central de su columna, “I Hate It Here” (Odio este lugar).

La serie muestra poco a poco la vida en la ciudad, con énfasis en la sociedad y como ésta se ve afectada por su entorno. El arte es un elemento importante para que la serie funcione, pues es suficientemente realista como para permitir al lector identificarse con el entorno urbano y los personajes que habitan en él, pero lo bastante imaginativo como para crear un futuro plausible y creíble.


Quizá lo más importante para que la serie funcione es el desarrollo de personajes, que siempre son el centro de la historia, y la forma en que interactúan con el mundo en que viven. Conforme la serie progresa, incluye temas que, como toda buena historia de ciencia ficción, reflejan acontecimientos, situaciones y tendencias actuales de nuestro mundo, con la política tomando un papel muy importante dentro de la historia.

Religión, tecnología, moda y clases sociales son algunos de los temas explorados mientras nos familiarizamos con la vida en La Ciudad, y la serie pronto se convierte en una ominosa advertencia sobre la clase de mundo que probablemente nos espera.

Cabe apuntar que el personaje de Spider Jerusalem (cuyo nombre es un homenaje a Spider Robinson, respetado autor de ciencia ficción) está mayormente inspirado en el escritor y periodista Hunter S. Thompson, creador del periodismo gonzo y a quien tal vez algunos conozcan gracias a la película Fear and Loathing in Las Vegas, basada en el más famoso de sus libros, y donde fue interpretado por Johnny Depp.


Los creadores de Transmetropolitan son Warren Ellis y Darrick Robertson. La primera vez que leí a Ellis fue a mediados de los 90, cuando empezó a escribir Hellstorm: Prince of Lies. También en Marvel Comics escribió títulos como Excalibur, Doom 2099, Thor, Druid, Starjammers, y Ruins, donde su talento para crear personajes cínicos y antagónicos le fue ganando seguidores. En Wildstorm cambió el rumbo de Stormwatch, serie aclamada por la crítica aun antes de convertirla en The Authority un par de años después. Pero fue a partir de ahí que su carrera realmente despegó.

Cobijado por su creciente reputación, Ellis fue invitado en 1997 a participar en Helix, impreso de DC Comics especializado en ciencia ficción, y junto al talentoso Robertson creó Transmetropolitan. El sello tuvo una aceptación discreta pese a contar con creativos de renombre, y aunque todas las miniseries fueron completadas, tras poco más de un año se canceló la línea. Transmet fue la única serie que gozó de éxito tanto crítico como de ventas, así que fue transferida a Vertigo a partir del número 13.

Ellis es uno de mis autores favoritos, y pese a que disfruto mucho de su trabajo más reciente, tanto en cómics como en prosa, donde cuenta ya con dos exitosas novelas, me queda la idea de que su mayor impacto en la cultura pop contemporánea se dio justo al cambio de milenio, en las páginas de Transmetropolitan y en las de Planetary, pero ésta última será tema de un futuro comentario. Por lo pronto, baste con decir que Transmet me parece uno de los mejores cómics de ciencia ficción que se hayan producido jamás, y representa una de las mejores recomendaciones que puedo hacer.


TRANSMETROPOLITAN
Historia: Warren Ellis
Trazos: Darrick Robertson
Tintas: Rodney Ramos

Editorial: DC Comics/Helix – DC Comics/Vertigo
Formato: 60 números y 2 especiales, 32 páginas a color.
Colecciones: Diez tomos recopilatorios, y un tomo adicional con los dos especiales. Tres tomos formato Absolute con todo el material de la serie.
Fecha de publicación: 1997 – 2002


Thursday, April 9, 2015

Operación Bolívar, de Edgar Clément

El autor e ilustrador Edgar Clément fue parte del legendario Taller del Perro, y mientras colaboraba en la mítica revista Gallito Comics creó la que a la fecha es considerada como la primera novela gráfica publicada en nuestro país: Operación Bolívar.


Leónidas Arcángel es un mexicano que se gana la vida de un modo inusual: es cazador de ángeles. Estos seres son muy apreciados por todo lo que se puede obtener de sus restos: cabellos, uñas, plumas y ojos tienen toda clase de aplicaciones industriales y "artísticas", mientras que lo más popular es el comercio de su carne, utilizada como alimento de propiedades energéticas realmente sobresalientes; de su sangre, que al mezclarse con maíz fermentado destila Chínguere, un potente aguardiente; y sus huesos, que una vez molidos y procesados son el elemento principal de la droga más potente y adictiva en existencia.

Leónidas es descendiente de un chamán, condición obligada para todos aquellos que se dedican al negocio de cazar ángeles. Aparentemente un ángel solo puede morir a manos de alguien que lleve en la sangre las cualidades de un chamán, así que no se trata de un negocio al que cualquiera pueda entrar, aunque eso nunca ha detenido al gobierno de los Estados Unidos. Juan grande, el más viejo de los cazadores de ángeles, es atacado y ambas manos le son cercenadas y robadas.

Asistido por Román, un policía judicial, descendiente de un shamán pero quien no cree en los ángeles y está convencido de que se trata de extraterrestres, Leónidas intenta averiguar quien pudo haber atacado al viejo angelero y por qué se llevó sus manos. Román es capturado y torturado pero consigue escapar, y los protagonistas se encuentran con una conspiración internacional que busca cambiar el balance de poder y el mercado de las drogas de forma definitiva, convirtiendo el polvo de ángel en un negocio masivo bajo la dirección y supervisión del ejército y autoridades estadounidenses, y con la total cooperación de las autoridades mexicanas y sudamericanas.


La historia está escrita en el más puro estilo de novela noir detectivesca y aderezada con toda clase de referencias que la identifican como un producto mexicano. La mezcla de mitos aztecas y judeo-cristianos le confiere además una identidad propia que puede ser una de las razones para que siga siendo un referente del cómic mexicano a casi veinte años de su concepción.

Existen dos grandes razones para apreciar Operación Bolívar. La primera de ellas es el trabajo visual de Clément. Dibujo, pintura y collage se mezclan de modo que, a primera vista, parece caprichoso, pero una vez que uno se sumerge en la historia es claro que todo forma parte de una idea muy clara del autor. La segunda es la riqueza de ideas detrás de la historia. Los elementos de mitologías tan diferentes como la mexica y la judeo-cristiana ofrece muchas posibilidades de exploración narrativa, que se multiplican al sumar elementos de intriga socio-política. Tan rico es el mundo creado por Clément que lo ha revisitado a lo largo de los años en otros proyectos, como Kerubim, Los Perros Salvajes y, más recientemente, Angeleros.

La historia está dividida en dos partes. La primera expone el conflicto y la mayor parte de los principios mitológicos de este mundo, la segunda se carga marcadamente hacia la parte política y social, y reparte sus páginas entre una crítica a las clases políticas mexicana y estadounidense, y la resolución del conflicto planteado en la primera parte. El resultado es una obra interesante pero desbalanceada, brillante por momentos, pero apresurada en otros. Diera la impresión de que el autor se enganchó con sus propios argumentos políticos y por momentos se dejó llevar en la persecución de ese discurso y olvidándose del aspecto narrativo de su obra.


Pero incluso esa necedad de plasmar su voz me parece digna de elogiarse. La mayoría de las creaciones artísticas a lo largo de la historia tienen algo del entorno en que fueron creadas, y los cómics, al menos cuando se trata de obras de autor, nunca han sido la excepción. Operación Bolívar dista de ser una novela gráfica perfecta, pero no pretende serlo. Se trata de una obra con muchos méritos artísticos y narrativos, pero también de un vehículo de expresión para un autor que nunca se ha callado nada y siempre ha tenido una voz distintiva y honesta.

Hay quienes la consideran una obra pretenciosa y plagada de grilla política, pero eso depende de la percepción e ideología de cada lector. Lo único cierto es que se trata de un proyecto ambicioso que, a más de veinte años de su publicación, sigue dando de que hablar, y sin duda se trata de una obra que vale la pena leer y analizar.

Conseguirla en formato impreso ha sido una odisea desde siempre, pues la versión más difundida y común sigue siendo la de Editorial Caligrama, en un formato al que el propio autor se refiere como "Capulinita", pues no permite apreciar el trabajo gráfico de Clément de la mejor manera debido al reducido tamaño de las páginas y pobre calidad de impresión. Hace un par de años apareció una edición de manos de su autor, pero la calidad de la impresión también dejó mucho que desear, y recientemente se ha vuelto a agotar.

Por fortuna, el autor ofrece un PDF descargable de forma gratuita y legal, creado a partir de la edición de 1999, probablemente la mejor que ha tenido hasta ahora. También pueden leerlo gratis en Issuu o en Scribd. Encontré además una versión, no precisamente legal, pero que el autor ha indicado que no encuentra inapropiada, en formato CBR, misma que pueden descargar desde MediaFire.


OPERACIÓN BOLIVAR 
Historia y Arte: Edgar Clément

Serializada en la revista Gallito Comics, 1993-1994
TPB, dos tomos, Editorial Planeta, 80 pags. cada uno, tamaño carta, b/n, 1995
TPB, Ediciones del Cástor, 160 pags, formato europeo, b/n, 1999
TPB, Caligrama Editores, 164 pags, formato de bolsillo, b/n, 2006
TPB, Producciones Balazo/Animal Gráfico, 160 pags, tamaño carta, b/n, 2013




Thursday, March 26, 2015

H3rmanos, de H.G. Santarriaga

Durante Festo 2014, celebrado en noviembre pasado en el marco de la Feria internacional del Libro Infantil y Juvenil, en el Centro Nacional de las Artes de la ciudad de México, H.G. Santarriaga presentó una de las propuestas más atractivas e interesantes de entre la producción nacional del año pasado. Se trata de H3rmanos, una novela gráfica original de corte cyberpunk en la que el autor narra un peculiar encuentro familiar.

La historia transcurre en la ciudad de México, en un futuro indeterminado pero no muy lejano. Emiliano Salazar es un adolescente que, como la mayoría de los jóvenes de su edad, pasa demasiado tiempo conectado al mundo virtual de la NeuroRed, donde cree haber encontrado el amor, aunque pronto descubre que las relaciones virtuales no se trasladan fácilmente al mundo real. Su decepción amorosa se ve empeorada al recibir una golpiza a manos del ex-novio de la chica que le interesa, quien es miembro de una peligrosa banda de traficantes de drogas.

Dolido tanto física como emocionalmente, Emiliano no tiene tiempo ni de sentirse miserable, pues tiene que lidiar con la sorpresiva aparición de Santiago, su hermano mayor a quien no ha visto en diez años. El reencuentro es agridulce, no sólo por la larga ausencia de Santiago, sino también por la brecha generacional entre ambos, pues hay quince años de diferencia en edades. Esto no impide que el hijo pródigo se sienta preocupado por su hermano menor, y decida pasar el día con él, aún si esto implica ponerlo en medio de una peligrosa aventura.

Santiago es un rebelde revolucionario, considerado una leyenda por sus acciones en el pasado, y la razón por la que volvió a la ciudad es porque está en posesión del H3, un enigmático componente cibernético que muchos piensan puede cambiar para siempre el funcionamiento y futuro de la NeuroRed, y desea evitar a toda costa que caiga en las manos equivocadas. Los furtivos encuentros con contrabandistas y contactos se convierten en el inusual marco para que los dos hermanos retomen su relación fraternal mientras Santiago intenta orientar a Emiliano con la esperanza de facilitarle el complicado proceso de convertirse en adulto.

El autor se enfoca en contar la historia del reencuentro, desarrollando a los personajes y la relación que tienen a partir de sus diálogos, al tiempo que los rodea de un complejo e interesante mundo donde las limitaciones de vivir en una ciudad sobrepoblada, la permanente problemática del narcotráfico y un omnipresente terrorismo cibernético están a la orden del día. Casi podría decirse que los elementos de cyberpunk y ciencia ficción son secundarios, pero el balance está tan bien logrado que ese, afortunadamente, no es el caso. Aún así, la historia está contada de tal manera que incluso un lector sin gusto o afinidad por esos géneros puede disfrutarla sin ningún problema.

Quisiera hacer énfasis en la parte gráfica de la historia, pues Héctor es uno de los autores mexicanos con un estilo más distintivo, y aunque puede que a algunos lectores les cueste un poco de trabajo acostumbrarse a su peculiar trazo, una vez que rebasen esa barrera temporal se encontrarán con un artista seguro de su voz y con gran oficio para contar una historia con base en imágenes. Claro que no todo es perfecto y hay un par de ocasiones en que las viñetas se tornan confusas, pero en términos generales la historia constituye un gran ejercicio narrativo por parte del autor.

Otro detalle que separa a H3rmanos de otras historias es la inclusión de un soundtrack, pues a lo largo de la novela nos encontramos con citas de letras de diversas canciones, con artistas que van de Elvis a Nirvana, pasando por Los Bravos o los Pixies, entre varios otros, las cuales ayudan a sentar de mejor manera el tono de la historia. De hecho, las canciones mencionadas forman parte de un playlist que pueden encontrar en YouTube, si es que quieren tener la experiencia multimedia de escucharlas mientras leen.

Al tratarse de una publicación independiente (Nostromo es un sello cocreado por Héctor y su socio y amigo, Valerio Vega), no cuenta con una distribución masiva, y aunque se encuentra disponible en un creciente número de tiendas especializadas, resulta más fácil adquirirla directamente con su autor, a quien pueden contactar a través de redes sociales, o por correo electrónico (enlaces al pie de este texto). Si todavía les quedan dudas de que esperar de H3rmanos, pueden checar un previo de nueve páginas que encontrarán en la página web oficial de su creador.

Les recomiendo que le echen un vistazo. Estoy seguro que no se arrepentirán.


H3RMANOS
Historia y Arte: Héctor Germán Santarriaga.
Formato: Novela gráfica original, 17x22 cm, 64 páginas, blanco y negro.
Nostromo Ediciones, 2014.

Información de contacto
Twitter: @hgsantarriaga



Tuesday, March 24, 2015

The Adventures of Aero-Girl, de Feenstra y Eneas

A veces parece que los cómics se han convertido en un medio donde la lectura dirigida a público de todas las edades ya no tiene cabida. Los títulos a los que nos referimos como "infantiles" son cada vez más escasos, y los nuevos intentos suelen durar apenas un puñado de números, aun cuando los involucrados son reconocidos creativos de gran trayectoria.

Por eso me parece importante que siga habiendo autores interesados en explorar cómics de temática más ligera, capaces de atrapar la imaginación de niños de todas las edades, como es el caso de The Adventures de Aero-Girl, de DeWayne Feenstra y Axur Eneas.

Jacqueline Mackenzie es una adolescente hasta cierto punto común, pero también como ninguna otra. Estrella de su equipo escolar de gimnasia, secretamente también es Aero-Girl, hija y compañera de aventuras de Battle Jack, el héroe defensor de la ciudad de Fox Bay. 

Battle Jack cuenta con el poder del Espíritu de Batalla para ayudarlo en su lucha contra el crimen, y recientemente ha empezado el entrenamiento de su hija, quien pelea a su lado apoyada en inventos tecnológicos especialmente diseñados para ella. Sin embargo, las cosas no siempre salen como uno desearía, y pronto ocurrirá algo que obligará a Jacqueline a darse cuenta de que pelear contra el crimen es mucho más que un juego.

El guion de Feenstra es un ejemplo de lo que debe ser un primer número. Sin ser expositivo nos presenta a los personajes principales, su ciudad, sus poderes y el origen de estos, a un grupo de villanos, y a un par de personajes de apoyo, y todo enmarcado por secuencias de acción bien logradas.

El arte de Axur es el complemento ideal para la historia. De apariencia simple y estilo caricaturesco, su atención al detalle y eficiente narrativa hacen que sea un deleite seguir la historia. La brillante paleta de color le sienta de maravilla al estilo, pues le da una apariencia clara y nítida que pareciera estar esperando convertirse en animación.

Como suele ser el caso tratándose de proyectos independientes, el mayor problema que enfrentan es la oscuridad. El primer número se financió en el verano de 2013 con un modesta campaña de Kickstarter. Cumplida la entrega de recompensas, sus autores buscaron hallar un nuevo hogar para este cómic, y finalmente lo encontraron en Action Lab. El primer número estará a la venta en el mes de mayo, y pueden todavía solicitar que sea incluido a su suscripción en su tienda favorita.

The Adventures of Aero-Girl es una entretenida lectura para público de todas las edades, por lo que probablemente la única dificultad que tendrá en formarse una audiencia será buscando convencer a la gente de darle una oportunidad.


Wednesday, March 11, 2015

47 Ronin, de Mike Richardson y Stan Sakai


47 Ronin, una novela gráfica escrita por Mike Richardson y dibujada por Stan Sakai, la cual fue publicada a través de Dark Horse Comics en 2014 tras haber sido serializada el año anterior, cuenta una historia basada en hechos de la vida real.

A inicios del siglo XVIII, en Japón, el señor feudal Lord Asano fue injustamente ejecutado por órdenes de la corte del Shogun luego de participar en un altercado con un corrupto oficial de la misma corte. Cuarenta y siete guerreros samurai que estaban a su servicio vengaron su muerte, cumpliendo así un último acto de honor en memoria de su señor.

Ronin (literalmente hombre errante o que vaga como las olas del mar), es el nombre con que se designaba a un samurai sin amo durante el periodo feudal de Japón (siglos XII al XIX). El código de honor de estos guerreros, conocido como bushido, los considera una aberración, pues si un samurai cumpliese cabalmente con sus obligaciones, sería impensable que pudiera quedar sin amo.

Estos guerreros vagabundos suelen ser protagonistas de muchas historias de ficción, pues el bushido los conmina a tomar una de dos acciones una vez que se convierten en ronin: deben cometer seppuku (suicidio ritual), o dedicar el resto de su vida a realizar las acciones necesarias para restablecer su honor, lo que ofrece muchas posibilidades dramáticas para explotar en cualquier medio narrativo.

Esta historia en particular sigue a cuarenta y siete hombres que optaron por la segunda opción, sabiendo que el resultado final sería muy similar. La historia de los 47 ronin ha capturado la imaginación del público japonés casi desde su origen, y se ha perpetuado a través de versiones ficcionalizadas (a fin de evitar la censura, claro) tanto para teatro kabuki como de marionetas. Ha sido llevada al cine en cinco ocasiones, la primera de ellas, a mi juicio la mejor, en 1941, y la más reciente en 2013, en una producción estadounidense estelarizada por Keanu Reeves y de la cual lo mejor es no decir más.


Para muchos puede parecer un atrevimiento de Mike Richardson contar una historia tan cercana al pueblo japonés, pero el fundador y dueño de Dark Horse Comics lo hace con gran respeto por la cultura y tradiciones de aquel país. De hecho, cuando empezó a trabajar en este proyecto en 2008, reclutó la ayuda de su amigo Kazuo Koike, escritor y cocreador de Lone Wolf and Cub, un legendario manga de samurai que merece un comentario aparte. Koike se encargó de revisar el proyecto, haciendo correcciones y anotaciones donde fue necesario, y prácticamente fue el editor del mismo.

Del lado visual, Richardson eligió como colaborador a Stan Sakai, mayormente conocido en el mundo del cómic como el creador de Usagi Yojimbo. Reclutarlo como artista fue la mejor decisión que Richardson pudo tomar, pues el artista estadounidense de ascendencia japonesa ha dedicado 30 años de su vida a contar historias de samurai, y está familiarizado tanto con la cultura y costumbres como con la ropa y objetos de la época, mismos que resultan esenciales para que la historia funcione.

Muchos lectores de cómic consideran a Sakai, erróneamente, como un dibujante de historias “de animalitos”, cuando en realidad se trata de uno de los mejores narradores gráficos que el medio haya conocido jamás. Su talento narrativo y limpieza visual permiten que la lectura de cualquiera de sus obras sea fácil y amena, de forma tan clara que no hace falta incluir textos que expliquen lo que ocurre en cada página. 47 Ronin es un excelente ejemplo de su economía narrativa, y con un poco de suerte puede servir para otros empiecen a apreciar su trabajo de la forma que merece.


Otro detalle digno de mencionar es que, a diferencia de Usagi Yojimbo, donde podemos apreciar el arte de Sakai en blanco y negro (salvo por las portadas, coloreadas y en ocasiones pintadas por él mismo), aquí su trabajo es complementado por los colores de Lovern Kindzierski, veterano y talentoso escritor y artista que ayuda a enriquecer la atmósfera de esta historia.

El relato es considerado tan representativo de la cultura y tradiciones japonesas que incluso hay un dicho popular que afirma que "conocer 47 Ronin es conocer Japón". No tengo idea que tan cierto sea, pero estoy seguro de que se trata de una las mejores historias de samurai que pueden encontrar en cualquier medio. Sin duda la versión de Richardson y Sakai de 47 Ronin es un cómic bien realizado y se convierte en una recomendación prácticamente obligada.

Además, la edición de pasta dura no tiene desperdicio, desde el excelente diseño y presentación (ligeramente más pequeña que un cómic estándar) hasta la selección de papel y contenidos complementarios. Si son aficionados a las historias de samurai, no se la pueden perder. Y si se trata de un género de ficción que jamás les haya llamado la atención o al que nunca hayan sabido cómo acercarse, ésta podría ser la introducción ideal para descubrir lo que se han estado perdiendo.