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Thursday, October 18, 2007

The Interman, de Jeff Parker


Jeff Parker tiene varios años trabajando en la industria del cómic en diferentes facetas, pues ha colaborado como escritor, dibujante, entintador o colorista en títulos como Solitaire para Malibu Comics, Negative Burn para Caliber Press, Tales of the Vampires, Weird Tales y The Escapist para Dark Horse Comics, Batman Adventures y Batman: Turning Points para DC, varios Big Books para Paradox Press, y Uther: The Half-Dead King para NBM.

Además de ese variado curriculum, su nombre debe ser familiar para algunos lectores por su labor como escritor para Marvel, con trabajo en títulos como X-Men: First Class, Agents of Atlas, Marvel Adventures: Avengers y Marvel Adventures: Fantastic Four. Pero fue gracias a The Interman que atrajo la atención de Marvel (y de Hollywood). Parker forma parte de Periscope Studio, colectivo de creadores de cómic en Portland, Oregon que incluye a Terry Dodson, Kieron Dwyer, Paul Guinan, Karl Kesel, Steve Lieber, Ron Randall, Rick Remender, y Pete y Rebecca Woods.

Publicada bajo su propio sello, Octopus Press, The Interman es una novela gráfica original de 128 páginas a color. Con una marcada influencia de fuentes tan diversas como Terry y los Piratas, de Milton Caniff, Jonny Quest o James Bond, se trata de una entretenida historia de acción y aventuras donde se mezclan intriga, espionaje y ciencia ficción, con un muy buen desarrollo de personajes.

El título de la novela hace referencia, en principio, a un programa internacional para crear agentes adaptables a su entorno y capaces de actuar y sobrevivir en las condiciones más adversas, o, como lo pone en la misma historia, los soldados perfectos para la Guerra Fría. También puede usarse para hacer referencia al único sujeto surgido del Interman Project, Van Meach. Es difícil tratar de explicar de que se trata la historia sin revelar información que se disfruta mejor al leerla, así que seré breve.

Van es una mezcla de James Bond, Jason Bourne y El Santo (Simon Templar, no el enmascarado de plata) con un ADN alterado que le permite adaptarse a su entorno en cuestión de segundos.

Viaja por el mundo ofreciendo sus servicios como solucionador de problemas a empresarios e industriales interesados en trabajos complicados y discretos, quienes no hacen preguntas sobre sus métodos y no esperan recibir una factura, lo que es ideal para Van, que intenta mantenerse en movimiento para evitar que la gente detrás del Proyecto Interman esté al tanto de sus actividades.

Pero cuando su camino se cruza con el de un conocido pirata informático de dudosa reputación, un paranoico oficial del ejercito estadounidense piensa que es demasiado arriesgado tener libre y alquilando sus servicios al mejor postor a alguien tan potencialmente peligroso, lo que pone en marcha una cacería humana con asesinos profesionales de todo el mundo tratando de eliminar a Van.

Visualmente el libro es muy agradable a la vista. Algunos artistas a quien Parker admira o ha colaborado con ellos son Alex Toth, Milton Caniff, Russ Manning, Matt Wagner y Scott Hampton, y su estilo toma prestados elementos de todos ellos. Su experiencia como artista de storyboards lo ayudó a desarrollar un agudo sentido de la claridad, y se preocupa porque su dibujo aporte toda la información necesaria sin sacrificar el flujo narrativo, lo que ayuda a que la historia sea ágil y dinámica.

Como escritor, Parker resulta toda una sorpresa, pues incluso logra desarrollar a una variedad de personajes secundarios sin necesidad de alargar su historia, una habilidad que en buena medida ha sido factor para su actual éxito en Marvel.

Si gustan de historias de aventuras como Tintín, Jonny Quest, Indiana JonesTerry y los Piratas, The Interman es un título que van a disfrutar mucho. También la recomiendo para fans de historias de intriga y espionaje, desde novelas clásicas como las de John LeCarré o Robert Ludlum o de corte más contemporáneo, como Tom Clancy, pues sin duda hallarán elementos de su agrado.

Mejor aún, si extrañan esos comics donde los héroes eran héroes por convicción y principios y no tenían necesidad de enseñar los dientes o demostrar que tan rudos o violentos pueden ser, tienen algo en común con Jeff Parker y quizá sería buena idea checar también los títulos que escribe actualmente y no sólo The Interman.

En cuanto a la mención que hice de Hollywood, obedece a que aun antes de publicar la novela y gracias a un previo de preprensa, su agente logró venderle a New Line Cinema los derechos para una adaptación fílmica.

Hace unos meses New Line renovó la opción, así que las posibilidades de ver a Van en la pantalla grande siguen vigentes.

THE INTERMAN
Historia y arte: Jeff Parker

Editorial: Octopus Press
Formato: 128 páginas a color

Fecha de publicación: enero de 2003

Thursday, August 30, 2007

Astronauts in Trouble, de Larry Young y varios


Hace varias semanas escribí sobre Last of the Independents, novela gráfica de Matt Fraction y Kieron Dwyer publicada por AiT/Planet Lar y un par de días después recibimos un comentario de Larry Young, editor en jefe, encargado de relaciones públicas, director de marketing y propaganda y productor ejecutivo de la compañía. Ya había decidido dedicar algunas líneas al trabajo como escritor de Larry, pero me pareció prudente dejar pasar un tiempo para evitar la errónea impresión de que estaba tratando de quedar bien. Tres meses deben ser suficiente ¿no?

Mentiría si dijera que recuerdo cómo encontré Astronauts in Trouble. Seguramente Warren Ellis la mencionó cuando apareció el primer tomo, aunque también es posible que algún amigo me la recomendara antes o casi al mismo tiempo. Tomando en cuenta que la historia original, Live from The Moon, la leí prestada, es probable que así haya sido.

Como sea, debo agradecer a quienquiera que me la haya señalado. Hay tres historias principales dentro de la serie, además de algunos back-ups aparecidos con la mencionada historia original, que se publicó como miniserie por Gun Dog Comics. A Live from The Moon le siguieron Space: 1959 y One Shot, One Beer.

En Live From the Moon la historia está ambientada en el año 2019. El hombre más rico del mundo, Ishmael Hayes, dueño de Hayescorp, se prepara para celebrar el 50 aniversario del alunizaje del Apolo XI de forma bastante peculiar: dirigiendo él mismo una expedición de regreso a nuestro satélite. Entre los planes preparados para la ocasión está incluida la participación de un equipo de noticias de Channel 7 con la intención de que se encarguen de asegurar la debida atención al evento, transmitiendo en vivo desde la Luna la cobertura del regreso del hombre a nuestro satélite natural.

Pero lo que el equipo de noticias encuentra en la Luna no es lo que nadie esperaba, y las verdaderas intenciones de Hayes quedan al descubierto. Sumamos a la historia la participación de un grupo de eco-terroristas y de unos mafiosos armados con un proyectil nuclear y el resultado es una mezcla de noir, ciencia ficción, e intriga internacional.


Space: 1959 es una precuela. En ella, el equipo de noticias original de Channel 7, recién adaptándose al entonces naciente medio de la televisión, descubre un secreto programa de misión lunar con base en Perú. Con la historia ambientada en plena Guerra Fría, era de esperarse que algún espía soviético hiciera acto de presencia para tratar de sabotear el proyecto, precipitando los acontecimientos de la historia. Y eso es justo lo que sucede. 

Aunque el resultado puede considerarse como predecible, se trata de uno de esos casos en que la forma de contar la historia resulta aún más importante que la historia misma.

Finalmente, en One Shot, One Beer, diez años han pasado desde los eventos de Live from the Moon, y la idea de una colonia terrestre en la Luna es una realidad. Con gente de diversos orígenes realizando toda clase de trabajos en un lugar tan lejos de casa, pueden estar seguros de que Cool Ed's, el único bar en 400,000 km a la redonda, es un lugar bastante popular. En Cool Ed's se dan cita toda clase de personajes para intercambiar historias, anécdotas o mentiras, las cuales se complementan para formar un vívido retrato de lo que pudiese ser la vida en una colonia fuera de nuestro planeta.

Larry Young gozaba de cierta reputación por su trabajo promoviendo cómics desde su posición en Comix Experience, una de las más reconocidas y respetadas tiendas de cómics en San Francisco, California, donde ejerce funciones como el autodenominado Amo de la Propaganda, pero Astronauts in Trouble se convirtió en su primer aventura del lado creativo del medio/industria.

Luego de que la miniserie original apareció vía Gun Dog Comics, Larry, junto con Mimi Rosenheim, fundó AiT/Planet Lar (Astronauts in Trouble=AiT), donde trabajan para promover el trabajo de nuevos talentos, enfocándose a publicar novelas gráficas originales dirigidas a un público que busca algo diferente a los títulos de superhéroes que dominan el espacio en tiendas. Tal vez el mayor logro de su trabajo como escritor sea el balance que logra entre el desarrollo de personajes y una narrativa ágil y dinámica, creando historias plausibles con personajes creíbles en un entorno realista sin importar la época o lugar en que desarrollen los acontecimientos.

En cuanto al arte, Matt Smith tiene un estilo limpio pero oscuro, con una evidente influencia de Mike Mignola. Es muy probable que su trabajo en series como Day of Judgement para DC Comics o algunos backups para miniseries de Hellboy en Dark Horse Comics resulten más familiares para la mayoría de los lectores. Su estilo complementa muy bien el tono de la historia, pero fue hasta que Charlie Adlard se hizo cargo del arte que finalmente todo cayó en su lugar.

El arte de Adlard es ligeramente menos pragmático que el de Smith, pero a la vez resulta más humano. Su trabajo en expresiones faciales ayuda a acentuar lo humano de los guiones de Larry, convirtiéndose en la elección ideal para este tipo de historias. A Adlard tal vez se le identifique más como el artista de The X Files y Mars Attacks! para Topps Comics, o por su trabajo en The Walking Dead para Image Comics.

Si les gusta la ciencia ficción, el cine noir, o las historias bien contadas, seguramente disfrutarán AiT. Es relativamente fácil hacerse con una copia de Astronauts in Trouble: Master Flight Plan, tomo que reproduce las tres historias principales además de los backups realizados por Young con artistas como Brian Wood, Kieron Dwyer, Darick Robertson o Matt Hollingsworth.

Pueden hallar más información sobre el tomo y cómo adquirirlo en la página de AiT/Planet Lar o consultar con su proveedor de confianza. Creánme, no se arrepentirán.

ASTRONAUTS IN TROUBLE
Escritor: Larry Young
Artistas: Matt Smith, Charlie Adlard, varios

Editorial: AiT/Planet Lar
Formato: blanco y negro

Fecha de publicación: 1999 - 2000


Thursday, August 9, 2007

67 Seconds, de James Robinson y Steve Yeowell


Cuando inicié esta columna comenté que pretendía dar difusión a obras poco conocidas, pero poco a poco cambió el plan. Aún así, me pareció buena idea retomar aunque sea por un momento esa idea. En este caso se trata de un trabajo poco conocido de un par de autores conocidos: 67 Seconds, de James Robinson y Steve Yeowell.

Muchos lectores consideran que Epic, sello que operó en los 80 y 90, fue el equivalente en Marvel a lo que representa el sello Vertigo de DC Comics, y la verdad es que la idea no es para nada descabellada.

Ambos sellos publican material con una sensibilidad distinta a la mayoría del catálogo de esas editoriales. Epic fue uno de los primeros intentos por establecer un hogar para obra original propiedad de sus creadores en una de las grandes editoriales, y obras reconocidas de varios autores empezaron como parte de este sello: Dreadstar, de Jim Starlin; Star Slammers, de Walter Simonson; Groo, de Sergio Aragonés; o Moonshadow, de J.M. DeMatteis y John J. Muth, por nombrar algunas.

Por desgracia, salvo contadas excepciones, las ventas no fueron las esperadas, ni siquiera contando con talento establecido. Títulos como Akira, Elektra: Assassin o Hellraiser no fueron suficientes para generar las ventas deseadas. El bajo nivel de ventas repercutió en tirajes más pequeños, lo que elevaba los costos de producción, afectando el precio de venta de sus títulos, sobre todo en el caso de novelas gráficas, que solían rebasar los 10 dólares en una época en que un cómic de 32 páginas costaba sólo un dólar.

Lo que nos lleva de regreso a 67 Seconds. Esta novela gráfica fue publicada en un formato de 64 páginas tamaño revista, con encuadernado de lomo plano y pastas de cartulina satinada, pero me parece que 16 dólares era un precio elevado y seguro ése fue uno de los principales factores para que el título no tuviera mayor aceptación.

Podría aventurarme a decir que después de leerlo me queda claro que los vale, pero si consideran que por mi copia pagué algo cercano a la décima parte de ese precio, no sería del todo honesto hacer semejante afirmación.

La historia comienza con un hombre corriendo sobre un tejado lleno de nieve mientras piensa que lo está haciendo una vez más, está arriesgando su vida por la mujer que ama sin importarle que ella parezca no notarlo. Se trata de Brian Fellowes, famoso fotógrafo de guerra, quien piensa en que cada vez que lo hace ve pasar su vida ante sus ojos y se hace la misma pregunta. ¿Cuánto tiempo se necesita para recordar una vida? Aparentemente 67 segundos.

Ése es el tiempo que Brian tiene para decidir si está dispuesto a jugarse la vida una vez más. También es el tiempo que transcurre desde que lo conocemos en la primera página hasta el final de la novela gráfica. Brian corre por los tejados detrás de una cuerda que cuelga de un dirigible a bordo del cual está su amada junto con una peligrosa criminal de guerra.

Narrada en flashbacks por el propio Brian, 67 Seconds cuenta como Fellowes, un fotógrafo famoso por cubrir conflictos bélicos alrededor del mundo, está por renunciar a esa vida porque desea abrir una galería y poder dedicarse a retratar lo que sea excepto guerras. Pero mientras discute el asunto con su editor, conoce a Emily Bougue, una reportera novata que busca hacerse un nombre reportando desde las locaciones de las que Brian desea apartarse. Sin pensarlo, pone una condición para regresar a trabajar al frente: convertirse en el compañero de asignación de Emily. En exclusiva. Sólo trabajará con ella, y ningún otro fotógrafo podrá hacerlo.

La historia está situada en un futuro no definido, 50 años después de la Tercera Guerra Mundial, aunque el aspecto de las ciudades y los vestuarios de la gente encajarían perfectamente en la época de la Segunda Guerra. Mientras Brian corre detrás de la cuerda, repasa los momentos más significativos de su relación con Emily. Las veces que le salvó la vida y todas las ocasiones en que dejó pasar la oportunidad de revelarle sus sentimientos. Las veces que ella le rompió el corazón y los momentos en que fueron más cercanos.

67 Seconds fue el primer trabajo de James Robinson para una editorial americana, y a pesar del poco reconocimiento que recibió, se convirtió en la primera pieza de la reputación que se creó a si mismo durante la década de los 90. Estructuralmente impecable y narrada por el eficiente trazo de Steve Yeowell, 67 Seconds es una de las mejores novelas gráficas publicadas por Epic, y probablemente una de las mejores aparecidas en la década pasada bajo cualquier sello.

Yeowell puede ser un dibujante desconocido para la mayoría de los lectores de cómic, pero se trata de un experimentado ilustrador que ha compartido créditos con escritores como Mark Millar, Grant Morrison y Jim Krueger, además del mencionado Robinson.

Su estilo, como el de la mayoría de los dibujantes británicos de su generación (Philip Boyd, John Riggins, Steve Dillon, etc.) es mucho más eficiente que vistoso, así que pese a que algunos de sus trabajos gozan de gran aceptación popular, poca gente identifica su trabajo.

Algunos de sus trabajos más conocidos son Zenith (publicada originalmente en 2000 AD), Skrull Kill Krew, The Invisibles, Flyboys, y como artista invitado en JSA, Starman, Judge Dredd, y Paradise X. Tal vez sea una muestra más de lo poco apreciado que es este artista, pero encuentro curioso que tanto en la portada como en los créditos de 67 Seconds su nombre aparezca mal escrito, pues le falta la primera 'e': Yowell.

Robinson casi ha desaparecido del medio en los últimos años, pero existen obras como 67 Seconds que permiten disfrutar de su trabajo mientras conservamos la esperanza de que vuelva a trabajar de forma regular con la calidad a que nos tenía acostumbrados. En una entrevista en 2002, el escritor dijo que Carl Potts, antiguo editor en jefe de Epic, le entregó los negativos de impresión de la novela cuando el sello cerró sus puertas. Robinson dijo estar en pláticas con Image para reimprimirla, pero parece que no se cerró el trato.

Ojalá que algún día aparezca una nueva edición de esta obra para que pueda ser disfrutada por quienes no tuvieron oportunidad de leerla en su momento.

67 SECONDS

Historia: James Robinson
Arte: Steve Yeowell

Editorial: Marvel Comics / Epic
Formato: Tomo de pasta blanda tamaño magazine, 64 páginas a color

Fecha de publicación: 1992

Thursday, July 26, 2007

Ronin, de Frank Miller con Lynn Varley


Frank Miller cumplió cincuenta años de edad en enero pasado, y parece que, como regalo de cumpleaños, Hollywood por fin le ha dado la aceptación, admiración y respeto que le habían negado años atrás.

Su guion para Robocop 2 fue alterado, mutilado y descuartizado más allá de cualquier posible semejanza con el original, pero su nombre permaneció en los créditos tanto de esa película como de la secuela, Robocop 3, por la simple razón de que ambas utilizaron algunas partes de su guion, el cual fue adaptado a cómic muchos años más tarde y publicado por Avatar bajo el título de Frank Miller's Robocop.

También escribió un guion para llevar a la pantalla grande a uno de los personajes con los que más se le identifica, Daredevil, pero por diversas razones el proyecto no se realizó, aun a pesar de que su guion era muy superior al que años más tarde filmó Mark Steven Johnson. En ese caso, fue el mismo quien lo convirtió en un cómic, dibujado por John Romita Jr. y titulado Man Without Fear.

Pero con el éxito de las recientes adaptaciones de Sin City y 300, Hollywood parece haber abierto los brazos al controvertido autor, al menos hasta que tenga un tropiezo, claro. Eso puede ser más pronto de lo esperado, pues ahora que Miller decidió convertirse también en director y debutar en solitario con una poco prometedora adaptación de The Spirit, la entrañable obra del extrañado Will Eisner, él mismo podría estar asegurando su salida de la industria.

Curiosamente esta aceptación en otro medio se da tras una larga racha de proyectos que podríamos considerar, si no mediocres, al menos muy por debajo del nivel de excelencia que Miller alcanzó en una época no muy lejana. Por eso, ahora que el medio que lo hizo famoso parece estarle perdiendo el respeto, me parece buen momento para dedicar este espacio a una de sus obras más destacadas: Ronin.


Siempre he sido de la idea de que las grandes obras de arte reflejan de una u otra manera el entorno en que fueron creadas, y los cómics y novelas gráficas no son la excepción. La década de los ochenta se caracterizó por una tendencia en la ficción a contar historias de un tinte oscuro y pesimista, especialmente cuando se trataba de especular sobre el futuro. Como ejemplo de esa tendencia podríamos mencionar cintas como Blade Runner, Brazil, Escape from New York o Terminator, y cómics como V for Vendetta, Grimjack e incluso Batman: The Dark Knight Returns o Watchmen.

Muchos antihéroes se hicieron de gran popularidad, y aparecieron sellos y editoriales que buscaban dar cabida a las inquietudes narrativas de diversos autores. Incluso las "dos grandes" buscaron incluir proyectos de un tinte más adulto, y mientras Marvel creó el sello Epic, en DC se publicaron títulos y proyectos varios que poco a poco pavimentaron el camino para lo que algún día sería el sello Vertigo. Ronin fue uno de los primeros comics "de autor" publicados por DC.

Frank Miller ganó notoriedad luego de su aclamado trabajo en Daredevil entre 1981 y 1982. Convertido en uno de los autores más solicitados en la industria, quedó en posición de ventaja al negociar su siguiente proyecto. La libertad con que Miller trabajó en Ronin se hace evidente al ver que él mismo tiene crédito como editor de la obra. Aquí Miller experimentó con influencias que van del manga (obras como Lone Wolf and Cub) al comic europeo (como el trabajo de Moebius), y las mezcló con su propio estilo, lo que resultó en una de sus obras visual y narrativamente más complejas.


Ronin narra la rivalidad entre el demonio Agat y un samurai, iniciada en el siglo XIII cuando el primero mata al señor del samurai y lo convierte en un ronin, un samurai sin amo condenado a una vida nómada en busca de lavar su honor hasta que enfrenta a Agat y lo mata, pero el demonio lanza una maldición que condena a ambos espíritus, atrapándolos en la espada que los mató. En el siglo XXI, las ciudades que conocemos están en decadencia, y un enorme complejo tecnológico en Nueva York busca levantar a la ciudad de sus cenizas con una nueva bio-tecnología, pero la repentina resurrección de Agat y el ronin, que piensan reanudar su batalla, pone un alto a todos sus planes.

La historia del samurai y el demonio trenzados en una rivalidad a través de los siglos fue una fuerte influencia para el diseñador y director de animación Gendy Tartakovsky, que ha reconocido a Ronin como inspiración de su aclamada serie Samurai Jack, pero más allá de la originalidad de la trama, que a diferencia de películas de la época en que había viajes al pasado, toma personajes de éste y los lanza al futuro, lo que separa a Ronin de otras historias es el desarrollo de personajes y la forma en que está contada.

La historia es una fascinante mezcla de ciencia ficción y fantasía, géneros actualmente poco usados en el medio. Además de las fuertes influencias de manga y cómic europeo mezcladas con el estilo de Miller, hay páginas donde se percibe un homenaje al arte clásico del Japón feudal, lo que enriquece aún más la experiencia visual que representa la lectura de este cómic.


Ronin marcó un antes y después en muchos aspectos. Fue uno de los primeros pasos hacia una cultura de cómics propiedad de sus autores y un parteaguas en cuanto al uso del color como herramienta narrativa en los cómics. La encargada de colorear la miniserie fue Lynn Varley, hoy ex-esposa de Miller, quien es reconocida por su trabajo con acuarelas, técnica que usó por primera vez en Ronin y repitió posteriormente en trabajos como Batman: The Dark Knight Returns, Elektra Lives Again, Big Guy and Rusty the Boy Robot y 300. También se encargó de pintar los fondos usados en la versión fílmica de 300.

En Ronin su trabajo da una peculiar atmósfera a las escenas creadas por Miller. El diseño de color acentúa el tono de cada escena, a las que aporta una mayor sensibilidad temática, que crea un marcado contraste entre las secuencias de acción y violencia con aquellas de carácter más sentimental y humano, pero lo hace de forma limpia y sutil, manteniendo la armonía de la obra en general.

Para Miller, Ronin representó un enorme salto estilístico, marcando el inicio de una transición a un estilo más limpio y claro, una síntesis de la imagen que alcanzó su punto máximo en algunas partes de Sin City y en 300. Y no me refiero a una evolución sólo en el sentido estético, sino, quizás incluso en mayor escala, en su narrativa. Esta obra no tiene textos descriptivos. Todo lo que aparece por escrito son diálogos entre los personajes, y se dan con una marcada economía.

Y ése es otro punto importante. Con esta obra, Miller explota por primera vez al máximo el impacto de cada cuadro que dibuja, dejando que las imágenes sean las que cuenten la historia, y magnificando el efecto del "silencio" en sus páginas, lo que agrega dramatismo a su relato. 

Close-ups, siluetas, imágenes sin fondo, secuencias detalladas  e imágenes divididas en varias viñetas son algunos de los recursos visuales que el artista emplea para manipular el ritmo narrativo de una forma poco común en el cómic americano de la época, lo que representa uno de los aspectos más revolucionarios de Ronin.

Para muchos, Sin City y 300 representan la cúspide del trabajo de Miller. Para mí son más una excelente muestra de ejercicios estilísticos en que pone en práctica los trucos y técnicas aprendidos a través de los años, usando algunos de sus temas favoritos como mero pretexto para realizar esas historias. Ronin representa uno de los mayores logros artísticos y narrativos de su carrera e incluso me atrevería a afirmar que se trata de su aporte más importante al medio, incluso por encima de Dark Knight Returns o de su trabajo en Daredevil.

Así que los invito a leer esta obra y sacar sus propias conclusiones y, si gustan, compartirlas en los comentarios.

Por cierto, ha circulado el rumor de que Ronin será adaptada al cine, pues Gianni Nunnari, uno de los productores de 300, ha expresado su intención de producir la película, que presuntamente sería dirigida por Sylvain White, director de Stomp the Yard y I Will Always Know what you did Last Summer. Pero los reportes vienen de tabloides de espectáculos y no ha habido confirmación de ningún estudio. Darren Aronofsky manifestó alguna vez interés en adaptarla, pero el proyecto nunca despegó y el director se dedicó a trabajar con Miller en la adaptación de Batman: Year One, que tampoco se concretó.


RONIN
Historia y arte: Frank Miller
Color: Lynn Varley

Editorial: DC Comics
Formato: Miniserie de 6 números formato Prestige, de 48 páginas cada uno, sin anuncios.
Colección: Tomo pasta blanda, 302 páginas, 1987.

Fecha de publicación: 1983-1984


Monday, July 2, 2007

Slow News Day, de Andi Watson


no es la primera vez que dedico espacio al trabajo de Andi Watson, y tampoco creo que sea la última. Anteriormente comenté Love Fights, una comedia romántica desarrollada en un entorno superheroico que podríamos considerar tradicional, y ahora quiero hablar de uno de sus trabajos más reconocidos, una historia menos convencional (al menos para nuestro medio) y que para mí sirve como un claro ejemplo de la clase de historias que Watson disfruta contar: Slow News Day.

Andi Watson se ha convertido poco a poco en uno de mis autores de cómic favoritos. Este artista británico gusta de escribir historias acerca del mundo real, llenas de personas con trabajos, relaciones personales, problemas, disgustos y alegrías como cualquiera de nosotros, y las hace mostrando gran capacidad de observación.

Sus diálogos son naturales y fluidos, y puede plasmar en un par de escenas el carácter y personalidad de sus personajes. Su arte sólo puede describirse como elegante y minimalista, y si aquí aún no llegaba al grado de soltura que muestra en sus trabajos más recientes, es innegable que su estilo ya estaba definido.

Slow News Day es protagonizada por Katharine Washington, una chica californiana que acepta trabajar como interna en el Wheatstone Mercury, un modesto diario local del pequeño pueblo británico donde se crió su madre. Ahí se encuentra en la difícil posición de ser la chica nueva en un trabajo donde las áreas editorial y de mercadeo pelean por controlar la dirección del diario, además de tener que lidiar con Owen, el hasta entonces único reportero del diario.

Kate es una mujer de carácter fuerte pero eso no quiere decir que sea malhumorada o explosiva. Pacientemente enfrenta los problemas que le presenta su nueva situación y usa su inteligencia para salir del paso. Cuando la situación lo requiere, es capaz de recurrir a una dosis de sarcasmo que nada tiene que envidiar a los británicos que la rodean.

La historia gira en torno al choque cultural y explora la convivencia en áreas de trabajo, el ambiente de oficina, la comunicación masiva y entre individuos, y las relaciones personales, tanto profesionales como privadas. Aunque eso suena complejo, la historia es simple y casi lineal, pero esa combinación de simpleza narrativa y complejidad temática es lo que hace atractivo el grueso de la obra de Watson.

Contrastando con el minimalismo artístico que caracteriza su trabajo, sus personajes son mucho más profundos y complejos que los que habitan otras historias en cualquier medio.

Watson es uno de los pocos autores capaces de avanzar en el desarrollo de sus personajes e historias sin tener que llenar páginas de texto o información visual detallada, pues el peso de la narrativa cae de forma natural en sus personajes. No es extraño leer una de sus novelas gráficas y en el transcurso de la misma descubrir que no te importa de qué trata, pues sus personajes son tan humanos que sólo deseas seguir leyendo para saber que ocurrirá con ellos, y esa es una de las características más distintivas de Slow News Day.

Watson tiene buena presencia en redes, pues además de contar con un sitio web oficial, tiene un blog en LiveJournal, otro en Tumblr y un grupo en Yahoo!


Actualización 2019: Watson vende versiones digitales de buena parte de su obra a través de Gumroad, y tiene un Patreon con acceso a proceso y sketches desde un dólar al mes y a historias cortas aportando dos o más.

SLOW NEWS DAY
Historia y Arte: Andi Watson

Editorial: Slave Labor Graphics Publishing

Año de publicación: 2001


Thursday, June 14, 2007

Grendel, de Matt Wagner


Tratar de definir a Grendel como una serie de miniseries, como una serie de novelas gráficas o incluso como una serie regular resulta demasiado complicado, así que intentaré hacer una breve reseña de lo cubierto en 25 años, al menos en lo que se refiere a Hunter Rose, el Grendel original.


Grendel cuenta la historia de Hunter, un adolescente huérfano con un coeficiente intelectual y una destreza física superiores a la del resto de la gente. Hunter participa en el campeonato mundial de esgrima a los catorce años de edad y derrota a sus adversarios con demasiada facilidad. Tan fácil le resulta superar a todos que el aburrimiento lo lleva a dejarse vencer en la final. Al salir de la sede del certamen, Hunter es abordado por la acaudalada Jocasta Rose, quien decide tomarlo bajo su custodia y convertirlo en su amante.

Desaparecen de la luz pública por varios años, y cuando Hunter reaparece lo hace utilizando el apellido de su mentora y amante como propio y con una novela bajo el brazo. Pronto se convierte en el escritor más exitoso en el mundo y su fama no tiene límites, pero no es suficiente. Siempre a la caza de un reto, Hunter decide que el mayor cúmulo de poder en la ciudad lo representa el crimen organizado, así que decide convertirse en adversario de la mafia local, y así nace la identidad de Grendel.

En poco tiempo Hunter, oculto bajo la máscara, somete por sí mismo a todas las familias de la mafia local, convirtiéndose en el nuevo lord del crimen. La policía, incapaz de intervenir en un conflicto que ni siquiera sabe que existe, ve a Grendel más como una leyenda urbana popular entre los criminales que como una amenaza real.

Al menos hasta que todos los jefes mafiosos y sus familias aparecen muertos. Todos, salvo la pequeña hija del capo de la familia más poderosa, Stacey, quien poco después es adoptada por Hunter y quien tendrá un papel definitivo en el desenlace de la primera etapa de Grendel.

La policía recluta como asesor a Argent, un hombre-lobo que pronto se convierte en némesis de Grendel y en el mejor amigo de Stacey, sin saber la relación entre el mentor de la niña y su enemigo. La historia de Hunter Rose y su conflicto con Argent es contada de manera íntegra en Devil by the Deed, una novela ilustrada que apareció originalmente serializada en las páginas de Mage, otra creación de Wagner. Recientemente, y a propósito de los 25 años de Grendel, la novela acaba de ser reeditada por Dark Horse en una edición de pasta dura.

Las primeras historias en cómic de Grendel jamás se han reimpreso, pero Dark Horse las publicara en unos meses en una edición de lujo llamada The Grendel Archives. La misma editorial ofrece varias colecciones del personaje en su sitio oficial. Cabe apuntar que ningún otro escritor ha contado nunca historias protagonizadas por Hunter Rose, aunque Wagner ha revisitado al personaje en varias ocasiones, asistido por una impresionante alineación de artistas. 

Entre los artistas de cómic que han colaborado con Wagner a lo largo de los años para contar nuevas historias de Hunter Rose, más notoriamente en las páginas de las aclamadas antologías Grendel: Black, White & Red y Grendel: Red, White & Black, también ya disponibles en tomos recopilatorios, podemos encontrar nombres tan destacados como los de John Paul Leon, Tim Sale, Duncan Fegredo, Paul Chadwick, David Mack, Jason Pearson, Chris Sprouse, Tim Bradstreet, Jill Thompson, Phil Noto, Michael Avon Oeming, Darick Robertson, Dan Brereton, Stan Sakai, Kelley Jones, Andi Watson, Jim Mahfood, Michael Zulli y Phil Hester, entre muchos otros más.

Existen muchas series protagonizadas por distintas encarnaciones de Grendel, la mayoría ambientadas en el futuro del mismo mundo y varias de ellas escritas por el propio Wagner, pero preferiría comentar esas historias en otra ocasión. Entre los creativos que han hecho contribuciones al mito contemporáneo de Grendel a lo largo de los años, podemos contar a James Robinson, Steven T. Seagle, Greg Rucka, Terry Laban, Darko Macan, Edvin Bukovic, Paul Grist, Teddy Christiansen, Pat McKeown, Tim Sale, Bernie Mirault y varios más.

Si sienten curiosidad por saber más acerca de este personaje, les recomiendo le echen un vistazo al sitio de Dark Horse, donde hay previos de algunos de los tomos que ofrecen. Grendel es uno de mis personajes favoritos, y me parece que se trata del antihéroe mejor logrado en la historia del medio. Si deciden darle una oportunidad a sus historias, les aseguro que no se arrepentirán. Garantizado.


GRENDEL
Escritor: Matt Wagner y otros
Dibujo: Matt Wagner y otros

Editoriales: Comico / Caliber Press / Dark Horse Comics
Fecha de publicación: 1982 - presente

Monday, June 11, 2007

Mage, de Matt Wagner


Matt Wagner es uno de los autores más respetados del medio comiquero en los Estados Unidos, aunque es muy probable que la gran mayoría lo ubique sólo por sus colaboraciones en varios proyectos de DC, como sus portadas para Green Arrow, sus guiones para The Sandman Mystery Theatre o la miniserie de Doctor Mid-Nite o, más recientemente, su trabajo en Trinity, donde pudo plasmar su interpretación de la trinidad de DC, además de sus diversas miniseries y especiales de Batman, como Batman and the Mad Monk y Batman and the Monster Men.

Pero es muy probable que su mejor trabajo sea el que corresponde a dos series propias, ambas creadas durante la década de los 80 al cobijo de la ahora extinta editorial Comico. Una de esas obras es la que nos ocupará en este espacio: Mage.


Seguro el nombre de Kevin Matchstick no les dice nada, pero se trata de uno de los más grandes héroes que jamás han existido. Y no, no se trata de una identidad secreta. Kevin es el protagonista de una de las sagas más infravaloradas en la historia del cómic. Mage es quizás el más ambicioso intento de plasmar en cómic el ciclo del héroe. Dividida en tres partes, Mage: The Hero Discovered, Mage: The Hero Defined y, aún sin publicar, Mage: The Hero Denied, la historia sigue a Kevin Matchstick mientras descubre los secretos ocultos en el mundo a su alrededor.

The Hero Discovered (El descubrimiento del héroe), fue publicada a mediados de los ochenta por la hoy extinta editorial Comico. En ella conocemos a Kevin, un joven que vive una vacía existencia, sin sueños ni esperanzas. Kevin conoce a Mirth, aparentemente un vagabundo, quien parece conocer a Kevin mejor que el mismo. Más adelante Mirth se revela ante Kevin como un mago y le informa que está destinado a grandes cosas. Poco a poco extraños sucesos invaden la vida de Kevin, que a regañadientes se ve forzado a aceptar lo que dice Mirth: que él es en realidad un gran héroe reencarnado.

A la búsqueda de autodescubrimiento de Kevin pronto se unen dos personajes más. Edsel, una adolescente afro-americana portadora de un bat al que Mirth provee de cualidades mágicas; y Sean Knight, un abogado que es más (o quizás menos) de lo que aparenta. Juntos hacen frente a los constantes ataques de los Grackleflints, cinco hermanos con poderes sobrenaturales que por órdenes de su padre tratan de eliminar a Kevin antes de que éste descubra la verdad sobre su naturaleza.

Los trágicos eventos que se dan al final de la historia llevan a Kevin a aceptar de lleno su rol en la lucha entre el bien y el mal y asumir de lleno toda su responsabilidad en la misma. 

Magia y realidad se van mezclando en una historia que Wagner imagina como paralela a su propia búsqueda de su lugar en el mundo y, de hecho, la historia está llena de pedacitos autobiográficos, con muchos de los personajes parcialmente basados en amigos y conocidos de Wagner, pero esto sólo es notorio si el lector está familiarizado con el hombre detrás del lápiz y los pinceles.

Tuvieron que pasar casi quince años para que apareciera la segunda parte de la saga, The Hero Defined (La definición del héroe). La quiebra de Comico y el papeleo necesario para que Wagner pudiera recuperar los derechos de Mage, además del tiempo empleado en otras historias impidieron que el espacio entre series fuera menor.

A cambio del tiempo de espera nos encontramos con un Wagner que, como Kevin, está consciente de todas sus habilidades y ha aprendido a sacarles el mayor provecho. La narrativa es más clara, el arte más limpio (y la calidad de su trabajo en la serie original ya era de primer nivel) y aún cuando la trama crece en complejidad, la historia fluye sin ningún problema. Kevin conoce a nuevos aliados, a nuevos enemigos, y a la mujer destinada a ser el amor de su vida.

Mage es una de las obras de ficción más ambiciosas y entretenidas que el medio ha visto en los últimos 30 años, y merece ser parte de la colección de cualquier lector en cualquiera de sus diferentes presentaciones. Ojalá no tengan que pasar otros quince años para poder disfrutar del desenlace de esta saga.

Las dos partes ya publicadas son relativamente fáciles de conseguir gracias a que Image Comics, editorial que publicó The Hero Defined, ofrece también una versión en ocho tomos formato Prestige (lomo plano, 48 páginas) de The Hero Discovered, recoloreada con un proceso digital.

MAGE
Escritor y dibujante: Matt Wagner
Editorial: Comico / Image Comics

Fecha de Publicación: 1982 - ?


Friday, June 8, 2007

Starman, de James Robinson, Tony Harris y otros

La recomendación de hoy es una serie de superhéroes, pero el protagonista no anda por la calle enfundado en brillantes mallas de colores. La serie recibió gran promoción desde su lanzamiento y generó interés en varios medios de comunicación ajenos a los cómics, incluyendo a la revista Rolling Stone, que lo declaró como "El superhéroe mejor escrito en los cómics", y sin embargo aún existen muchos lectores que no están familiarizados con el personaje.

Jack Knight nació dentro de una familia de héroes. Hijo de Ted Knight, el Starman original, Jack creció rodeado de coloridos personajes a los cuales parece despreciar. Luego de los eventos de Hora Cero que provocaron que Ted regresara a su edad cronológica, forzando así su retiro, David, el mayor de sus hijos, adoptó la identidad de Starman para convertirse en el defensor de Opal City, el hogar de los Knight. Pero la primera noche en que salió a patrullar desde los cielos la ciudad, David fue asesinado por el hijo de The Mist, un antiguo villano de DC.

Pensando a la ciudad indefensa, The Mist, Kyle (el asesino de David) y Nash, hija de The Mist, desatan una serie de ataques contra la ciudad. Obligado por las circunstancias y de manera renuente, Jack aceptó usar el equipo de su padre para buscar a los criminales y entregarlos a la justicia, pero con una condición: no usaría las tradicionales mallas rojas.

Después de una feroz batalla, Jack mató en combate al hijo de The Mist y capturó a éste y a su hija. Ésta última juró que algún día se vengaría, en tanto que su padre se volvió loco ante la pérdida de su hijo. Una vez cumplida la tarea que se había asignado, Jack hizo un trato con su padre. Él seguiría actuando como el protector de su ciudad, siempre y cuando Ted se dedicara de tiempo completo a buscar usar su trabajo y conocimientos científicos para hacer del mundo un lugar mejor. Y así nació un superhéroe distinto a los demás.


Independientemente de su aspecto físico, que sería más que suficiente para separarlo del resto de los superhéroes publicados por cualquier editorial, Starman no era un cómic convencional. James Robinson es un autor con una gran devoción por el pasado del medio y por los creativos de épocas pasadas, y para él escribir este título representaba poder expandir sobre el trabajo de sus antecesores al mismo tiempo que podía analizar y celebrar al género de superhéroes de una forma diferente a todo lo que se había hecho con anterioridad. Con un estilo mucho más literario al utilizado en cualquier serie de cómics fuera del sello Vertigo, Robinson cuenta la historia de una persona común que poco a poco descubre al héroe que lleva dentro, la clase de héroe de la que puede haber un poco en cada uno de nosotros.

Jack no tiene superpoderes ni habilidades especiales, del mismo modo que ni su padre ni su hermano las tenían. Del equipo de su padre sólo toma un "cosmic staff" ( a veces llamado "cosmic rod"), que es una especie de bastón o cayado que le ayuda a manipular energía cósmica, permitiéndole volar, crear escudos de fuerza, o lanzar rayos con él. A manera de uniforme utiliza su ropa de calle y unos goggles de piloto de tanque, que utiliza para proteger sus ojos de la intensa luminosidad de su staff. En los primeros números de la serie portaba también una chaqueta de cuero larga con una estrella del zodiaco en la espalda, y una placa de sheriff.

La serie destaca por su elenco secundario: Ted, el fantasma de David, una familia de policías que durante generaciones han protegido a la ciudad, el fantasma de un pirata, varios miembros de la Justice Society of America, todos los Starman previos, The Shade (otro viejo villano de DC que actúa como aliado de Jack para defender su hogar), etc. Pero quizá la adición más importante de Robinson y Tony Harris a la mitología del Universo DC sea Opal City, ciudad que se convierte en un personaje secundario esencial para el título, aún más de lo que pudiese serlo, por ejemplo, Gotham para Batman.

El tema central de la historia es la relación entre padres e hijos. Poco a poco se revela la mutua admiración, respeto y cariño que existe entre Ted y Jack, convirtiendo su relación en uno de los principales motores narrativos de la serie. Eventualmente Jack acepta su papel como heredero de un legado heroico, y se embarca en aventuras fuera de este mundo, tanto física como espiritualmente, dando a la serie un adicional toque épico.

La rivalidad con Nash, convertida en la nueva Mist, refuerza la idea de la relación padre/hijo como tema central, pues ella busca corromper esa relación con su propio padre y arruinar la de Jack con Ted. En algún momento de la serie le dice a Jack que son distintas caras de la misma moneda, lo que refuerza la intención de Jack de convertirse en un héroe.

Un elemento adicional que apareció de manera serializada y esporádica a lo largo de la serie fueron extractos del diario de The Shade, en los cuales narra pasajes y anécdotas no solo de su pasado, sino del de Opal y los héroes que la han defendido a través de los años. Lamentablemente no estoy seguro si estos se incluyen en alguno(s) de los varios tomos que reimprimen la serie, y tengo además la impresión de que Robinson no hizo todos los que quería o había planeado desde un principio.

En conclusión, no me parece aventurado señalar que James Robinson haya hecho casi tanto por el género de superhéroes con Starman, como lo que hicieron Alan Moore o Neil Gaiman con el terror y la fantasía oscura en Swamp Thing y Sandman, respectivamente. Recomendada sin restricción alguna.

STARMAN
Escritor: James Robinson
Dibujo: Tony Harris, Peter Snejberg y varios otros.
Tintas: Wade Von Grawbadger y otros.

Editorial: DC Comics
Fecha de publicación: 1994 - 2001

Formato: Serie de 81 números regulares tamaño estándar a color, dos anuales, un especial Secret Files, y un especial 80-page Giant.

Monday, June 4, 2007

Bone, de Jeff Smith


Jeff Smith trabajó como animador durante años en varias compañías, incluyendo Disney, antes de regresar a su pasión de toda la vida: los cómics. En 1991 una historia que nació en su cabeza cuando era niño se convirtió en el más grande éxito que haya visto la escena del cómic independiente. Ganador de diez premios Eisner y once Harvey a lo largo de los 14 años de su publicación, sin duda Bone es un auténtico clásico contemporáneo.


Bone cuenta la historia de tres primos, Fone Bone, Smiley Bone y Phoney Bone, quienes huyen de Boneville, su pueblo natal, luego de que Phoney intentara una espectacular estafa y los habitantes intentaran lincharlo. Buscan refugio en el valle, más concretamente en el pueblo de Barrelhaven, que luce como una pacífica aldea rural sin nada de especial, aunque al correr de los números se hace evidente que esconde muchos secretos.

Phoney es egoísta y avaricioso, Fone es de carácter amable y gentil, en tanto que Smiley es más bien... tonto. Se les ha comparado con otros personajes de la literatura fantástica, pero a mi siempre me ha parecido que en cuestión de personalidad reflejan al trío animado más popular de Disney: Fone=Mickey, Phoney=Donald, y Smiley=Goofy. Pero de ningún modo se trata de una copia o imitación.

Fone se enamora de Thorn, una adolescente que vive con Granma Ben, su abuela, y le escribe horrendos pero sinceros poemas. Por su parte, Phoney empieza desde el primer momento a idear cómo hacerse rico a costa de los aldeanos, mientras que Smiley se dedica a... no hacer nada, o a tocar su banjo de una sola cuerda.

Thorn es inocente, dulce y amable, de naturaleza soñadora. En algún momento le confía a Fone que ha tenido sueños donde se ve a si misma como una princesa y en los que aparece un gran dragón rojo (a quien Fone ha visto en persona) y que siempre ha tenido la sensación de que su abuela le oculta algún secreto.

Granma Ben es una mujer de carácter fuerte y llena de recursos, cuyo hobby es participar en la tradicional carrera anual de vacas, en la que corre a pie contra las vacas del pueblo y en la que gana todos los años. Otro personaje importante en la historia es Lucius, el dueño de la taberna del pueblo, quien parece compartir una historia antigua y más de un secreto con la abuela.

El tono de la historia es de fantasía épica, pero eso se hace evidente después de un tiempo, pues al principio predomina el humor. Toda historia de fantasía necesita villanos, y Bone los tiene en abundancia. Primero están las criaturas rata, seres peludos que siembran el terror en los animales que viven en los alrededores de la aldea, cuyo líder es Kingdok, una criatura más grande que a su vez responde a una misteriosa figura conocida como “El encapuchado”, y a su vez todos siguen las órdenes del Señor de las Langostas, un ser sin un cuerpo pero encarnado por un enjambre de langostas.

Entrar en detalles me llevaría a revelar secretos que es mejor descubrir de primera mano, pero puedo decirles que la historia incluye un reino perdido, una reina en el exilio que protege al heredero al trono, una corte de dragones cuya lealtad parece en duda, intrigas y misterios familiares, e incluso un triángulo amoroso.

Quizás el principal atractivo de Bone sea la excelente manera en que Smith desarrolla a sus personajes, dotando a cada uno de identidad propia y haciendo fácil que lectores de todas las edades se identifiquen con ellos, empezando por los primos Bone. Smith posee uno de los trazos más limpios en el medio, con la simpleza y precisión que años de trabajar en animación ayudaron a entrenar.

Durante un breve periodo Image Comics publicó y distribuyó el título, pero eventualmente Smith reasumió todo el trabajo bajo Cartoon Books, su propio sello. Scholastic Press, a través de su sello Graphix, empezó una nueva edición de los nueve tomos en una versión coloreada por Steve Hamaker, miembro del staff de Cartoon Books. A la fecha han aparecido cinco volúmenes. En español, los derechos de reimpresión de la versión a color son de Astiberri Ediciones.

Bone es uno de los cómics mejor realizados de los últimos veinte años. Si son fans de la fantasía al estilo de El Señor de los Anillos, o si gustan de las aventuras de humor simple e inocente, como las viejas producciones de Disney, esta serie tiene algo para ustedes. Y si simplemente disfrutan de cualquier lectura con personajes entrañables y bien desarrollados o les gustan las historias bien contadas, Bone reúne todos los requisitos para satisfacer los gustos más exigentes. 


BONE
Escritor y artista: Jeff Smith
Editorial: Cartoon Books.

Formato: 55 números standard, 32 páginas blanco y negro.
Colecciones: Nueve tomos recopilatorios disponibles en pasta blanda o dura, blanco y negro. Edición de un solo tomo, 1300 páginas, pasta dura o blanda, blanco y negro.

Fecha de publicación: 1991 – 2004


Saturday, June 2, 2007

Camelot 3000, de Mike W. Barr y Brian Bolland


Echemos un vistazo al pasado. El primer episodio de esta historia, publicada como una serie de 12 números y anunciada por DC Comics como una “maxiserie”, apareció en los estantes hace 25 años. Se trata de una historia atemporal, pues toma una de las historias más conocidas y populares de la civilización occidental y la reinterpreta mil años en el futuro.

Los nombres de Mike W. Barr y Brian Bolland deben ser familiares para casi cualquier fan de cómics. Barr ganó seguidores gracias a su trabajo en Batman, para quien escribió Batman: Year Two, Batman: Bride of the Demon, Batman: Full Circle, entre otras.

Bolland es quizá más recordado por su trabajo en The Killing Joke, el clásico escrito por Alan Moore, o por sus portadas para Animal Man, Wonder Woman y Gotham Knights. Pero Camelot 3000 fue un ambicioso proyecto que sin duda ayudó a posicionar a ambos creadores en mente de editores y fans del medio.

Camelot 3000 retoma la historia del Rey Arturo donde terminan todos los relatos clásicos, con Arturo llevado a Avalon a descansar para regresar cuando Inglaterra más lo necesite. Es el año 3000, y la Tierra enfrenta una invasión extraterrestre que amenaza al mundo entero (lo cual, obviamente, incluye a Inglaterra). Un adolescente, huyendo de una ciudad bajo ataque, encuentra un extraño mausoleo en medio del campo, y al buscar refugio en él, inadvertidamente despierta al mítico monarca, quien entiende al momento que su país, y el mundo entero, lo necesitan.

Pronto descubrimos que la invasión fue parcialmente orquestada por la hechicera Morgan LeFay, quien continúa con su eterno conflicto en contra de Merlín. Morgana cuenta con el apoyo de Modred, quien ha regresado en el cuerpo de un alto oficial de la ONU y está trabajando de cerca con Morgana y los invasores en busca de satisfacer su venganza en contra de su padre.

Merlín aparece ante Arturo y le informa que su regreso traerá de vuelta también a los Caballeros de la Mesa Redonda, quienes han reencarnado en distintas formas alrededor del mundo pero acudirán a su llamado.

Sir Galahad, el caballero cristiano por excelencia, ocupa ahora el cuerpo de un samurai que sigue con devoción la doctrina del bushido; Sir Percival, es un monstruoso gigante producto de alteraciones genéticas, pero su nobleza sigue intacta; Sir Tristán es tal vez el más cambiado, pues ha reencarnado en el cuerpo de una mujer, situación que pone a prueba su legendario y mítico romance con Isolda.

Lancelot es un magnate francés de la industria armamentista y su compañía proporciona la principal defensa contra la invasión, en tanto que Guinevere es una oficial de policía que se caracteriza por el valor con que entra en combate contra las fuerzas invasoras. El triángulo amoroso formado por Arturo, Guinevere y Lancelot sigue en pie, tan inmortal como sus protagonistas, representando una vez más un importante elemento que alterará el curso de los acontecimientos.

La historia se desenvuelve a un paso frenético, convirtiéndose en una épica historia de ciencia ficción sin faltar al respeto a la tradición de las leyendas artúricas. El amor de Barr por los personajes es notorio en cada página y el limpio y a la vez detallado arte de Bolland no hace más que reforzar la sensación de estar leyendo un auténtico clásico de épico heroismo.

No lo voy a contar pero, en mi opinión, la serie tiene uno de los mejores finales que he leído, pues sigue la tradición de la ciencia ficción clásica de sorprender al lector con una última vuelta de tuerca, y lo hace tan bien que es imposible no sonreír satisfecho al terminar el tomo.

Camelot 3000 es una historia recomendada para quienes gustan de la leyenda arturiana y sus diferentes derivados y variaciones, para los fans de las historias de caballeros, para los aficionados a la ciencia ficción clásica o al space opera, o para cualquier lector de cómics en busca de material diferente al que recibe la mayor parte de la cobertura de las revistas y sitios especializados.

No dudo en afirmar que merece un lugar en cualquier Comicteca que se respete y debería ser lectura obligada para quienes piensan que el medio son sólo superhéroes o ideas para películas.

CAMELOT 3000
Escritor: Mike W. Barr
Artista: Brian Bolland
Color: Tatjana Wood

Editorial: DC Comics
Formato: 12 números standard, 32 páginas a color.
Colección: Tomo de pasta blanda de 288 páginas.

Fecha de publicación: 1982 – 1985