Un tema recurrente cuando hablamos de cómics de superhéroes y en especial en todo lo que va de este siglo, es que hay mucha gente, incluso al interior de DC Comics o de Warner, la compañía dueña de esa editorial, que no entiende el género y en particular tiene problemas con el primer superhéroe de todos, el personaje que dio inicio al género: Superman. ¿Es realmente tan difícil entender qué es lo que hace funcionar al personaje?
Por fortuna, de tiempo en tiempo aparece una historia que le recuerda al mundo la esencia del personaje y demuestra que el Hombre de Acero es tan relevante hoy día como lo era hace ochenta años, si no es que aún más que entonces. El año pasado tuvimos la excelente Superman Smashes the Klan, de Gene Luen Yang y Gurihiru, y más de una década antes estuvo All-Star Superman, de Grant Morrison y Frank Quitely, y no es raro escuchar a alguien afirmar que son las únicas dos grandes historias que el personaje ha tenido en lo que va de este siglo.